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Tormenta en los mercados

Los analistas ven poco probable un efecto dominó

Ante la caída que han experimentado los mercados, los expertos tratan de suavizar los temores. Recuerdan que el repunte de morosidad en EE UU se ha concentrado en un segmento menor, los créditos de alto riesgo, por lo que dan pocas probabilidades a un efecto dominó que arrastre al sector financiero en su conjunto y afecte a la economía.

La salud económica de Estados Unidos se ha convertido en la principal incertidumbre para los mercados en el momento actual. Por ello, cualquier noticia negativa que apunte a un deterioro se recibe con cierto pánico vendedor.

Los problemas de impago de Accredited Home Lenders y New Century, dos hipotecarias centradas en el segmento de alto riesgo en EE UU, han resultado el detonante de las últimas caídas del mercado por el temor a un efecto contagio en el sector financiero en su conjunto que derive en una restricción del crédito, un empeoramiento de la crisis inmobiliaria que comenzó en EE UU el pasado ejercicio y una caída del consumo que frene el crecimiento económico. Una situación posible pero que los expertos, de momento, ven muy poco probable. Razón que les lleva a restar importancia a su efecto en los mercados en el medio plazo.

'Las familias aún tienen unos niveles de solvencia financiera buenos. Representa cuatro veces más que la deuda. En segundo lugar las empresas tienen una posición financiera envidiable y en tercer lugar las entidades financieras están preparadas para afrontar un escenario de inestabilidad', comenta José Luis Martínez Campuzano, estratega en España de Citigroup. 'Estamos hablando de un proceso de ajuste nada más. La posibilidad de que el crédito se restrinja es muy baja. Se verá una mayor selección', añade Martínez.

Los expertos comentan que los motivos a favor de la Bolsa aún abundan, pero reconocen que la sensibilidad del mercado ha aumentado tras las fuertes correcciones recientes. 'El problema se centra fundamentalmente en los créditos de más riesgo en EE UU. Los efectos reales en la economía no los veo. Es más en el ánimo de los inversores. Los mercados se han quedado muy sensibles y cualquier noticia negativa afecta. El temor a que esta falta de solvencia se extienda puede ser exagerado. Los últimos datos que han llegado del sector inmobiliario apuntan a que ha tocado suelo', comenta Juan José Fernández, director de análisis de Link Securities.

Otros expertos recuerdan que aunque el repunte de morosidad en EE UU ha afectado en especial a las hipotecas de alto riesgo, lo cierto es que los problemas de solvencia empiezan a tocar a todos los segmentos.

'En el mercado normal la morosidad ha aumentado al 2,57% en el último trimestre, el mismo nivel en el que estaba antes de que comenzara la última recesión en el 2001. Lo que hoy no hay es el paralelismo del deterioro económico. En 2001 la economía estadounidense perdía fuerza y las empresas despedían trabajadores. Ahora el empleo va bien. Esta vez el problema es que la gente se ha endeudado al límite. Esta sería la lectura más optimista. La pesimista sería que pese a que no hay crisis empieza a haber problemas', comenta Nicolás López, de M&G Valores. 'La morosidad no tiene porqué extenderse y afectar al consumo pero sí justifica el pesimismo del mercado', añade López.

Pocos expertos ven indicios claros que apunten a un deterioro grave de la economía pese a los riesgos. Reconocen, eso sí, que la corrección y la inestabilidad de las Bolsas durará un tiempo hasta que los indicadores económicos en EE UU comiencen a dar señales más positivas. 'El fondo sigue siendo alcista', concluye Antonio López, director de análisis de Fortis. Y una de las recomendaciones más extendidas es la de aprovechar para comprar los valores más sólidos.

Suben las coberturas frente a impagos

El temor a un repunte de la morosidad y una subsiguiente contracción del crédito también se hizo sentir ayer en la cotización de las coberturas frente a impagos de deuda empresarial.Así, el precio de los derivados de crédito repuntó con fuerza, una situación que afectó en especial a los contratos sobre ciertas compañías europeas, entre las que destacó el repunte que experimentaron los contratos sobre la empresa de cable española Ono, que se encarecieron 58.000 euros hasta los 407.000 euros, según datos de CMA Datavision recogidos por Bloomberg.Esta tendencia no resultó un hecho aislado. Contratos sobre empresas como Kingsfisher, Carrefour, Valeo, J Sainsbury, Lanxess, Nordic Telephone Company, Invensys o Cablecom Luxembourg también se vieron afectados por importantes subidas de precio.El coste de los derivados de crédito basados en un contrato de 10 millones de euros sobre el índice iTraxx Crossover, que incluye a 45 compañías de calificación crediticia tanto apta como no apta para la inversión, repuntó 20.000 euros hasta los 240.000, según JPMorgan Chase.

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