_
_
_
_
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Velocidad de crucero en Europa

La crisis económica que paralizó Europa en plena irrupción del euro, y que hizo temer a algunos por un fracaso de la moneda única, está superada. Aunque lentamente, Alemania ha logrado superar el sobreesfuerzo financiero de la unificación y ha recompuesto la confianza. La primera economía del continente y de la zona euro ha recuperado su espíritu de locomotora y ha consolidado la recuperación de la vieja Europa. Con un avance de la actividad casi tan vigoroso como el español, ha despejado las dudas de las subidas de los impuestos y mantiene su posición de vanguardia en el comercio mundial. Los expansivos tipos aplicados desde 2003 por el BCE han surtido efecto también en Italia, Francia y Holanda, además de España. Pero la retirada lenta de una oferta abundante y barata de financiación iniciada hace un año comienza a generar inquietud.

El director de la política monetaria, Jean-Claude Trichet, apostó por las subidas lentas de tipos de interés cuando la recuperación era poco más que un proyecto, basado sólo en la capacidad potencial de la creciente liquidez para reactivar el crecimiento. Aún no ha cambiado de opinión, y mantiene su beligerante posición contra la inflación, que puede llevarlo a elevar el tipo director para la zona euro hasta más allá del 4%.

Las hipótesis remotas de recesión en Estados Unidos, despertadas por un Alan Greenspan sin los corsés de su cargo en la Reserva Federal, dan a entender que la tendencia de los tipos ha cambiado al otro lado del Atlántico hacia los descensos. A su vez, salvo que surjan imprevistos en los mercados de materias primas impulsados por crisis geopolíticas, no parece que la inflación vaya a ser el problema en el medio plazo. Por tanto, Trichet tendrá que dar cada vez más explicaciones para hacer creíbles encarecimientos del dinero, que además apreciarán más de la cuenta el euro. En todo caso, no es España el socio de la zona euro más perjudicado por una subida de los tipos. Más bien al contrario: una moderada pérdida de vigor de la actividad sería balsámica para corregir desequilibrios.

Archivado En

_
_