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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Cuarto año de beneficios récord

Las empresas del Ibex lo han vuelto a conseguir. En 2006 han obtenido beneficios récord. Y lo han hecho por cuarto año consecutivo. Los optimistas ya se estaban quedando cortos en sus previsiones de resultados al finalizar el tercer trimestre, cuando las ganancias se encaminaban inexorablemente hacia esta nueva marca. El 31,2% más que ganaron las empresas del Ibex el pasado año (casi 43.000 millones de euros) está lejos del extraordinario 44% de mejora de un año antes, pero, con ser un dato espectacular, tiene el doble valor de prolongar otro ejercicio el largo periodo de notables mejoras y ofrecer unos resultados que, en términos generales, son de calidad.

Además de en la buena evolución de la económica, con la que España aparece a la cabeza de los grandes socios europeos tanto en crecimiento como en creación de empleo, la pujanza de los resultados empresariales se sigue sustentando en el trípode formado por más negocio, adquisiciones y extraordinarios.

Es incuestionable que los resultados atípicos, por venta de negocios no estratégicos, han tenido un papel importante en los jugosos resultados. Pero aun así las empresas han demostrado su capacidad para generar ingresos y beneficios por su actividad. La facturación creció un 19,3% (285.760 millones), un fuerte avance que, a tenor del comportamiento del beneficio de explotación (+22,8%), no deterioró los márgenes, lo que representa otra señal de fortaleza.

A las buenas noticias en el capítulo de los ingresos hay que añadirle un ingrediente de especial valor. Se trata del creciente peso del negocio exterior. El buen comportamiento de las inversiones en América Latina y la mejora de las operaciones en Europa hacen que la mitad del negocio de las empresas del Ibex ya se haga en el exterior. Este es un saludable proceso de diversificación, pero también un importante factor de reequilibrio para la economía española.

Nunca como ahora las empresas españolas han pisado más firme en el mundo. Sus adquisiciones y el correspondiente aumento del perímetro de consolidación han sido otro de los impulsores de los buenos resultados. Y el pasado año ha sido pródigo en compras. Encabezadas por Telefónica con la británica O2, las empresas de prácticamente todos los sectores han tomado nuevas posiciones por todo el mundo.

Una cuestión inquietante, entre tanta bonanza, es si los nuevos conquistadores han pedido demasiado dinero prestado para financiar este proceso. La deuda del Ibex ha crecido un 50% en el año y es más de un tercio de su capitalización total. Esta estrategia es coherente con el precio del dinero y aprovechar las oportunidades es consustancial a la figura del buen empresario, pero un cambio brusco del ciclo podría arrojar consecuencias imprevisibles.

A la vista de los datos, los analistas prevén que en 2007 se mantendrá el crecimiento de dos dígitos en los resultados. No parece haber nubarrones que lo impidan. Y menos en el mercado doméstico, donde la capacidad productiva de la industria está en sus mejores valores desde 1989, lo que sugiere que el dinamismo de la inversión en bienes de equipo puede seguir, según dijo ayer el Banco de España, que añadía notas de optimismo a un índice de gestores de compras de manufacturas en máximos.

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