El BIS pide más protección para los inversores
La protección de los inversores debe ser central en la supervisión financiera. Así lo reclama el Banco de Pagos Internacionales (BIS) en su último informe, en el que advierte de la creciente exposición de los hogares a la volatilidad de los mercados financieros.
Distorsión temporal de los precios de las acciones, tipos de interés a largo plazo más bajos de lo justificable y una mayor exposición de los hogares y de sus ahorros a las fluctuaciones consustanciales a los mercados financieros. Esos son los principales efectos secundarios de los cambios regulatorios y de contabilidad financiera que se están produciendo a escala global. Es la conclusión del Banco de Basilea (Bank of International Settlements), que es el organismo multilateral que coordina la cooperación financiera y monetaria de los bancos centrales del mundo.
En un informe coordinado por el subgobernador del Banco de España, José Viñals, titulado Inversores Institucionales, ahorros globales y distribución de activos, el BIS concluye que la aplicación de nuevas medidas regulatorias y de contabilidad contribuye a fortalecer la estabilidad y transparencia del sistema financiero, pero también acarrea consecuencias que deben ser vigiladas. 'Los hogares se están viendo cada vez más expuestos a los mercados financieros. Los ingresos por pensiones también se verán en el futuro más afectados por la volatilidad financiera. Todo esto sugiere que la supervisión y regulación financieras, así como la protección del consumidor deben jugar un papel central', resume el BIS.
El Banco de Basilea analiza medidas como las Normas de Contabilidad Internacional (NIC) o el conjunto de normas agrupadas en Basilea-II. En términos generales, lo que exigen este conjunto de normas regulatorias y de contabilidad es que los inversores institucionales informen con transparencia del nivel de riesgo de aquellos activos en los que invierten y que tengan una solvencia garantizada para hacer frente a sus compromisos. Y lo que el banco destaca es que estas reformas afectan 'de manera particular a los planes de pensiones de prestación definida y a las compañías de seguros de vida, al ser las compañías las que afrontan directamente los riesgos de la inversión'. Por contra, los fondos de inversión y los planes de pensiones de aportación definida 'no se ven significativamente afectados', porque son los partícipes los que asumen el riesgo.
Transferencia de riesgos en aseguradoras
La introducción de nuevas normas regulatorias y de contabilidad 'induce a los inversores institucionales a gestionar sus activos de una forma más prudente, pero también a adoptar medidas para eliminar el riesgo de sus cuentas y una formas es transferir este riesgo directamente al inversor', explica el BIS.Los más afectados son las compañías de seguros y los planes de prestación definida que tienen menos solvencia. El Banco de Pagos Internacionales constata que ambos empiezan a vender cada vez más productos garantizados, respaldados por inversiones en renta fija. A la vez, las compañías están rotando desde planes de prestación definida (que va en función del salario medio del partícipe) a planes de aportación definida, cuya retribución depende directamente de las aportaciones realizadas por el beneficiario de la pensión.