'La demanda es más fuerte que nuestra capacidad de producción'
Alberto Torres, venezolano de ascendencia española, pretende hacer de Vertu una marca tan grande como cualquier empresa de lujo. Las listas de espera avalan el éxito de su negocio. Su reto ahora es incrementar la producción sin perder su calidad artesanal.
¿A cuánto asciende la cuota de mercado de Vertu?
Tenemos más del 80% de la cuota de telefonía de lujo. Existen algunos teléfonos con una producción especial, pero nosotros somos la única marca. Es difícil hablar de cifras, pero si hacemos una comparación con la relojería se puede ver su potencial de crecimiento. El mercado total de relojes ronda los 17.000 millones de euros, de los cuales entre 6.000 y 7.000 millones son de lujo. El mercado de la telefonía ronda los 100.000 millones y el lujo representa menos de 1.000 millones.
¿Cuánto facturan?
Como somos parte de Nokia no podemos dar detalles. Lo que sí podemos decir es que estamos creciendo muy rápido. El año pasado un 140%, lo cual es inaudito en el mundo de la relojería. La demanda es bastante más fuerte que nuestra capacidad de producción, pero queremos mantener un crecimiento del 100% este año. Nuestra idea es ser una marca tan grande como cualquier empresa de relojes o de lujo. Tenemos planes muy agresivos para aumentar la producción, pero la única manera de hacerlo es manteniendo la calidad y en algunos modelos nos resulta muy complicado por la complejidad del ensamblaje.
En España han vendido 1.000 unidades. ¿Tiene alguna previsión para este año?
Nuestro objetivo es doblar nuestra producción en todo el mundo y en España, que es uno de los países donde hemos tenido un éxito tremendo, también. Hace mes y medio abrimos un punto de venta en El Corte Inglés de Valencia y ya tiene lista de espera. Tenemos una clientela muy leal y se nota especialmente cuando introducimos un modelo nuevo. El progreso va a ser muy fuerte.
¿En el resto de España se distribuye a través de joyería?
En general nuestra estrategia de distribución se basa en tres partes. Primero las boutiques Vertu, de las que aún no tenemos ninguna en España, pero ya vendrán. Hemos tenido que moderar las aperturas por las dificultades de producción. Después trabajamos con grandes almacenes y, en tercer lugar, a través de joyería y relojería. æpermil;ste es el modelo para España.
¿Le preocupa la llegada de algunos grandes de la moda al diseño de móviles?
No lo veo como una competencia muy directa. Motorola ha lanzado una edición con Dolce & Gabbana y Prada con LG, pero no es lo mismo. Estamos contentos porque lo más importante es expandir el mercado. Además, la mayoría de ellos son teléfonos de masas con algún valor añadido por la marca. Cuando alguien compra un teléfono de 1.000 euros y se da cuenta de que es de plástico igual se anima a comprar uno de 3.000 hecho a mano con materiales de lujo.