Navantia optará a seis submarinos para Turquía
Navantia está preparando una oferta que presentará en los próximos meses para hacerse con un contrato para la fabricación de seis submarinos para el Gobierno turco. La licitación puede superar los 2.500 millones de euros.
El grupo público de construcción naval Navantia está preparando una oferta para participar en un concurso abierto por el Gobierno de Turquía para la fabricación de seis submarinos, un contrato que puede superar los 2.500 millones de euros.
De momento, la compañía ya ha encargado el documento elaborado por la Subsecretaría turca para la industria de defensa con la solicitud de propuestas, para lo que ha desembolsado una fianza de 10.000 euros. Fuentes conocedoras del proceso explicaron que el plazo para presentar las ofertas en firme vence el próximo mes de mayo.
La licitación se enmarca en un programa denominado 'Nuevo tipo de submarino' que ha puesto en marcha el Ministerio de Defensa de Turquía. En la fase preliminar, la propuestas solicitadas iban encaminadas a adjudicar un paquete de cuatro submarinos diésel-eléctricos. Finalmente, el Ejecutivo turco ha optado por ampliar su propuesta a seis sumergibles que cuenten con un sistema de propulsión anaerobia, es decir, independiente del aire (AIP según sus siglas en inglés).
La propuesta española
Los nuevos requisitos casan perfectamente con las características del S-80, el primer submarino que se construirá íntegramente en España y uno de los principales proyectos de Navantia. El submarino S-80 es todavía un proyecto, ya que el primer modelo no se podrá visitar en las gradas del astillero de Cartagena hasta bien entrado el 2008.
De momento, la Armada española es el único cliente de la futura nave, con un encargo realizado por cuatro unidades y un coste inicialmente cifrado en 1.755,99 millones. El primer submarino no será entregado hasta 2012, después de que el programa haya sufrido un retraso de un año sobre el calendario inicial. El resto de unidades saldrán de las instalaciones de Navantia a razón de una por año a partir de esa fecha.
Una de las características especiales del S-80 es su sistema de propulsión anaerobia, que se basará en células de combustible que funcionen con hidrógeno. Las pilas o células de combustible son unos dispositivos electroquímicos que convierten energía química de reacción en electricidad. Usan como combustible hidrógeno y oxígeno, y el único residuo que generan es vapor de agua.
De momento, este sistema es el único elemento clave del nuevo submarino que todavía no se ha adjudicado. Tras un proyecto fallido para desarrollar una célula en Cartagena junto a la alemana MTU, Navantia ha encargado al grupo estadounidense UTC Power una pila que probará durante un año. En paralelo, la Armada apoya la investigación de una filial de Abengoa (Hynergreen).
En la fase preliminar, hasta 24 grupos turcos e internacionales expresaron su interés por hacerse con el pedido de submarinos de Turquía. El requisito de la AIP supondrá una cierta criba, pero Navantia seguirá teniendo serios competidores, como los franceses de Armaris o los alemanes de HDW, que ya son proveedores de Turquía.
Un programa de largo recorrido
El programa para el desarrollo de los S-80 se puso en marcha en 2003, en el marco de la Revisión estratégica de la Defensa impulsada por el entonces ministro de Defensa del PP Federico Trillo. Sin embargo, la necesidad de desarrollar un sumergible para atender los requerimientos de la Armada española se remonta a 1989, cuando se realizaron unos estudios preliminares durante dos años, que se retomaron en 1997. Tras una propuesta inicial, en 2002 se revisó el proyecto para dotar al futuro submarino de propulsión anaerobia y de capacidad de ataque a tierra.