El fútbol también se juega en los mercados
El espectáculo del fútbol se convierte en negocio cuando se mira desde la perspectiva de los inversores, que tienen la posibilidad de comprar acciones de algunos de sus clubes favoritos en las principales bolsas europeas.
Está previsto que el Olympique de Lyon salga a Bolsa el próximo 9 de febrero en el país vecino. No será el primer club de fútbol, sin embargo, que ponga a prueba los nervios de los inversores de algún parqué europeo. El primero fue el inglés Tottenham Hotspur, allá por 1984, pero le siguieron muchos más. En Europa cotizan actualmente nada menos que 27 clubes de fútbol profesionales, ninguno español. Todos ellos están incluidos en el Dow Jones Stoxx Football, el primer índice sectorial dedicado a este deporte, que se ha revalorizado cerca de un 16% en el último año.
La relación entre fútbol y bolsa, por tanto, no es tan ajena como en un primer momento pudiera parecer. El Dow Jones Stoxx Football nació en 2002, y por entonces contaba con 33 miembros, que han quedado reducidos a 27 en la actualidad, después de que los títulos del Manchester United, uno de los equipos con mayor capitalización, fueran excluidos de cotización en 2005, tras a la toma de control del club por parte de un millonario norteamericano.
La nacionalidad de los clubes que, además de en los estadios, también juegan en el parqué, es diversa. Entre ellos destacan el Tottenham, el Southampton y el Newcastle ingleses, el Ajax de Ámsterdam, los clubes turcos Besiktas o Galatasaray; la Juventus, la Roma y el Lazio italianos, el Sporting o el Oporto portugueses o el FC Copenhague, a través de su propietaria, la empresa Parken Sports & Entertainment. El próximo en lanzarse a la aventura será el Olympique de Lyon, que lo hará tan solo unos meses después de que el Gobierno francés aprobara una ley, el pasado septiembre, que permite a los equipos de fútbol galos salir a Bolsa.
Ningún equipo español en Bolsa
En España no cotiza ninguno de los equipos de las ligas profesionales, aunque sí está permitido por ley, desde 2002, en el caso de las Sociedades Anónimas Deportivas. Sin embargo, los clubes que no cuentan con esta denominación, como el FC Barcelona o el Real Madrid, el club más rentable de Europa en la temporada 2004/2005 según un informe de Deloitte, no tienen en la actualidad la posibilidad de acceder al mercado de valores y convertirse en cotizadas.
“Ha habido algún intento de salir a Bolsa por parte del Atlético de Madrid y el Espanyol, pero sin continuidad en su objetivo”, afirma José Luis Sánchez Fernández de Valderrama, catedrático de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad Complutense y ex directivo del Real Madrid. El Valladolid, por su parte, también ha mostrado en diversas ocasiones su intención de lanzarse al parqué, pero nunca lo ha llevado a cabo.
Factores de riesgo
Y es que no todo son ventajas a la hora de salir a Bolsa. “Cotizar en un mercado regulado ofrece importantes ventajas, entre ellas el acceso a nuevas fuentes de financiación, mayor visibilidad y mejora de su imagen corporativa”, explica Fernández de Valderrama. Las salidas a bolsa serían muy positivas “si los fondos generados por la misma van directamente al patrimonio del club”. Sin embargo, según el experto en empresas deportivas, en un club de fútbol “los objetivos de rentabilidad económica se suelen subordinar a los objetivos deportivos, lo que produce un importante factor de riesgo”. O lo que es lo mismo, si su equipo pierde un partido importante, es probable que las acciones del club también caigan en Bolsa.
A pesar de todo, en muchas ocasiones las salidas a Bolsa de los clubes de fútbol responden a un afán de diversificación de actividades. Los equipos necesitan efectivo para construir estadios, o incluso complejos comerciales, que puede que les acaben reportando más beneficios que la propia competición deportiva. Es el caso del Olympique de Lyon, que incluye entre sus planes futuros la construcción de OL Land, una especie de complejo de ocio que incluye un estadio con 60.000 plazas ?cuyo nombre será ‘vendido’ a una empresa, tal y como ocurre ya con el estadio Allianz, del Bayern de Munich o el ONO Estadi , del Mallorca-, varias instalaciones hoteleras, un parque de oficinas y un centro comercial de 20.000 metros cuadrados que contará con un gran hipermercado. La apertura del mismo está prevista para julio de 2010 y para lograrlo, el club necesitará realizar una inversión de entre 230 y 270 millones de euros.
Quiero un equipo? y lo compro
No son pocos los magnates locos por el fútbol que en los últimos tiempos han intentado hacerse con el control de un equipo de futbol, algunos de ellos con éxito. Es otro de los riesgos a los que están sometidos los clubes de fútbol, según Fernández de Valderrama: ?la posible pérdida de control de los equipos, que pueden pasar a manos de tiburones financieros, filántropos, especuladores o incluso a fondos de capital riesgo?, explica. El caso más cercano lo encontramos en Vitoria. El equipo de la ciudad, el deportivo Alavés, fue adquirido por Dimitri Piterman en 2004. Piterman, un empresario ucraniano-estadounidense que ya se había embarcado en la aventura del fútbol anteriormente ?fue dueño del Palamós y accionista mayoritario del Racing de Santander- se convertía en el principal accionista del club. Pero no es el único millonario excéntrico que ha vaciado parte de sus arcas en busca de reconocimiento y popularidad en el mundillo deportivo. Es cada vez más común que los clubes de fútbol sean adquiridos por grandes magnates: Malcom Glazer, que ya es dueño de un equipo norteamericano, se hizo con el control del Manchester United; Roman Abrahamovic, el undécimo hombre más rico del mundo, consiguió convertirse en el principal valedor del Chelsea gracias a los 1.000 millones que ha invertido en el club desde que se hiciera con él en 2003. El financiero George Soros, por su parte, ha adquirido una importante participación del Galatasaray turco y la casa de inversiones Morgan Stanley se ha hecho, junto con un grupo de empresas de capital riesgo, con el control del Paris Saint-Germain. El último equipo en ser tentado ha sido el Liverpool, que ha recibido una jugosa oferta de compra ?nada menos que 684 millones de euros- por parte de un jeque de Dubai, Mohammed Bin Rashid Al Maktoum. Habrá que esperar para conocer el resultado de la tentativa. En España este tipo de ofertas aún no está a la orden del día, aunque sí ha habido casos en que los clubes han cedido, por un módico precio, su propio nombre a una marca, como el recién estrenado Miapuesta Figueres, la nueva denominación que se aplica al equipo catalán desde el principio de la temporada actual.