EE UU comienza el año con un aterrizaje muy moderado de su economía
La mayoría de los analistas apostó por un aterrizaje económico suave de EE UU en 2007. El inicio de año confirma este diagnóstico. Es la economía de los goldilocks (rizos de oro), aquella con un escenario de desaceleración sin recesión y con baja inflación, confirmado ayer por el Libro Beige de la Fed.
La palabra 'moderación' se repetía ayer en varias, y cruciales, líneas del Libro Beige de la Fed, la recopilación de datos sobre la evolución económica de los distintos bancos centrales que componen la Reserva Federal. Moderación en el ritmo de crecimiento, en la inflación (con la mayoría de los bancos indicando que se rebaja la presión o se modera), y en los salarios, a pesar de las altas cifras de creación de empleo vistas en los últimos meses. Todo ello lleva a cimentar la idea de los economistas de que la autoridad económica va a mantenerse en piloto automático y dejará pasar su reunión del 31 de enero sin tocar los tipos. La reserva los subió hasta el 5,25%, pero en sus últimas cuatro reuniones se ha abstenido de moverlos.
La de finales de enero será la quinta vez que lo haga según los economistas y ello a pesar de que la inflación subyacente interanual, al 2,2% hasta noviembre, está por encima del nivel en el Ben Bernanke, dice sentirse cómodo (el 2%). Lo importante es la tendencia y ya no es solo que la lectura de noviembre ya estaba por debajo de octubre sino que además se espera que la caída de los precios del crudo ayuden a que esta siga el camino de la moderación que observan los autores del Libro Beige. 'Los precios de la energía y materiales se han rebajado, además la competencia ha mantenido a los precios finales a raya'.
El petróleo ha descendido en seis meses desde los cerca de 80 dólares que marcó en agosto hasta los 50 de los últimos días. No obstante, al poco de conocerse el libro Beige el petróleo repuntó y el Brent, el de referencia en Europa, subió algo más de un dólar hasta los 52,78 dólares.
Datos de múltiple lectura
También de modestas han sido calificadas las ventas al por menor en parte por el efecto que en ellas ha tenido la cálida temporada de otoño e invierno en las zonas más pobladas del país, las costas.
La vivienda, cuyo enfriamiento es el detonante del cambio de ciclo, está 'desacelerándose', según la Reserva. Se recoge también que la industria está expandiéndose en algunas zonas (aunque está más débil en materiales de construcción y automoción) y se confirma el buen momento de los servicios.
La mayoría de los analistas confirmaba antes de la lectura del Libro Beige que la suavidad del aterrizaje está siendo mayor de la prevista y que la economía sigue fuerte. Muestra de ello es la revalorización del dólar frente al euro y al yen. Coinciden que se está en territorio de los goldilocks, pero que la desaceleración se agudizará en los próximos meses. En parte porque el buen tiempo no se mantendrá y se espera que suba el crudo, el mercado de la vivienda caiga más y contagie a otros sectores. Según Goldman Sachs la fortaleza del consumo se explica por la caída del crudo que ha dejado unos 100.000 millones de dólares en los bolsillos de los americanos desde los máximos de verano. La reducción del déficit comercial la ven insostenible a medio plazo.
Los economistas creen que la Fed empezará a recortar tipos en junio y que la economía crecerá un 2,5% frente al 3,8% de media de los tres pasados ejercicios.
Con la vista puesta en el ladrillo
Hasta hace un año, el mercado de los condos, pisos en propiedad, no dejaba de crecer. Incluso hoteles como el Palace de Nueva York han sido reconvertidos a viviendas. Era donde se fraguaba la burbuja. Luego, estas residencias, opuestas a las cooperativas que son la otra forma de propiedad, empezaron a enfriarse rápidamente por la dimensión de la oferta y el precio. Las inmobiliarias han presionado a los constructores para acabar los proyectos a medias para evitar pérdidas. Muchos han tenido que optar por ponerles en alquiler para evitar bajar los precios. En cierta medida es un respiro para la presión al alza de los alquileres, a su vez parcialmente responsables del aumento de la inflación.La sobreoferta del mercado se cifra en 900.000 unidades en el mercado de casas y 400.000 en los condos, muchos analistas creen que deshacerse de la sobreoferta tomará entre dos y tres años. Hoy se conocerán cuantos permisos de nuevas viviendas se concedieron en diciembre, un dato que tiene a todos los analistas muy pendientes.