El ahorro sigue a la baja
La necesidad de financiación de la economía española frente al resto del mundo equivale al 7,9% del PIB, casi dos puntos más que hace un año. Este desequilibrio, explicado por el déficit comercial, no es motivo de gran preocupación para las autoridades, que lo interpretan más como muestra del fuerte impulso inversor de la economía que por la caída del ahorro nacional. Aunque sean las empresas las que más contribuyen a este desajuste, en términos relativos los hogares son cada vez más responsables. La tasa de ahorro de las familias sigue a la baja, y en el tercer trimestre de 2006 cayó al mínimo del 9,3% de la renta disponible, el dato más bajo desde que se elabora esa estadística. La explicación está en el fuerte endeudamiento para financiar la vivienda y en la fortaleza del consumo. Es cierto que las familias tienen más activos, pero también que su defensa ante una crisis sería más débil.