Los planes de renta variable aumentan sus diferencias
Los planes de pensiones siguen alimentando sus rentabilidades básicamente al calor de las ganancias bursátiles, con la particularidad de que algunos de renta variable que habían permanecido semiocultos en estos últimos años a causa de sus bajas rentabilidades (caso de los especializados en el sector tecnológico, que llegaron a proliferar en los años 1999 y 2000) están aportando ahora lo que en ejercicios precedentes habían restado al rendimiento global de los planes.
Este hecho está provocando un vuelco en las clasificaciones de planes más rentables en favor de estas entidades que, junto a los de renta variable española, encabezan en 2007 la lista de los mejores.
La rentabilidad global de los planes de renta variable a finales del pasado año quedó algo por encima del 18%. En las dos primeras semanas, la rentabilidad media acumulada se acerca al 2%, bastante en línea con el Ibex 35 a pesar de que los planes bursátiles tienen una cartera preferentemente orientada a los mercados exteriores. La diversificación que han realizado los gestores durante los últimos años ha traído como consecuencia una menor dependencia frente a lo que acontece en la Bolsa española aunque, tal y como han evolucionado en los últimos cuatro años los mercados, esta diversificación se ha producido en el momento menos oportuno.
En esta primera mitad del mes de enero, la renta fija está quedando claramente descolgada y presenta incluso pérdidas en bastantes planes. En el curso de esta semana ha sido palpable la consolidación de los niveles del 4% en los tipos a largo plazo en la medida en que el Banco Central Europeo ha dado a entender que los tipos van a subir en los próximos meses. Anticipándose a esta previsión, los tipos a largo han subido un peldaño y los planes que invierten en estos mercados están padeciendo las consiguientes mermas de valor y baja rentabilidad.