En 2007, tipos aún más altos
Hoy asistiremos a la primera reunión de 2007 del Consejo de Gobierno del BCE, en la que vislumbrará las pautas de la política monetaria que implementará para el nuevo año. En diciembre de 2005 el BCE subió los tipos al 2,25%, tras haberlos mantenido en un 2% desde junio de 2003. Durante 2006 efectuó subidas paulatinas, aunque con estrategias diferenciadas en cada uno de los dos semestres del año. Así pues, mientras que en la primera parte del pasado año acometió subidas de tipos cada tres meses, con lo que en marzo subieron al 2,5% y en junio al 2,75%, en el segundo semestre cambió de estrategia, otorgando una inusual relevancia a la reunión de agosto -que fue presencial cuando tradicionalmente se celebraba por videoconferencia-, con el objetivo de incrementar los tipos con mayor frecuencia, cada dos meses en lugar de cada tres, llegando a alcanzar un 3,5% en su última reunión de 2006, celebrada el pasado mes de diciembre.
Estas decisiones no fueron ni mucho menos arbitrarias, sino que se efectuaron considerando los resultados derivados de un riguroso análisis econométrico de la evolución, actual y futura, de numerosos indicadores económicos, de tipo macroeconómico y financiero. Con lo cual, estas decisiones de política monetaria no pueden considerarse como aisladas sino que obedecen, primordialmente, a la evolución de la inflación de la zona euro, único pilar de la política monetaria del BCE, e indirectamente a los determinantes del comportamiento de los precios, fundamentalmente el crecimiento del PIB y de la oferta monetaria.
En cuanto a la evolución de la inflación anual de la zona euro durante 2006, ha superado el objetivo del 2% en los primeros ocho meses, alcanzando un valor máximo de 2,5% en el segundo trimestre del año y un valor mínimo de un 1,6% en octubre. Aunque todavía falta por conocer el dato final de diciembre, la estimación preliminar se sitúa cercana al 2%, concretamente en un 1,9%. Esta elevada volatilidad se debe exclusivamente a la evolución del precio del crudo, dado que la inflación subyacente ha permanecido por debajo del 2%. Estas tasas de inflación, sin reflejar presiones inflacionistas inquietantes, ponen de manifiesto el vigor que ha caracterizado al crecimiento del PIB de la zona euro en 2006, que del 1,8% anual observado en el último trimestre de 2005 se ha situado en un 2,7% en el tercer trimestre de 2006 (hoy también se publica la estimación definitiva para el tercer trimestre), valor que muy probablemente alcance como crecimiento promedio del pasado año.
De continuar la favorable evolución de la economía, el precio del dinero se situará en el 4% en primavera
Finalmente, la oferta monetaria M3 también ha mostrado un fuerte crecimiento, del 7,7% anual observado en enero de 2006 se ha incrementado a un 9,3% en noviembre, último dato conocido del pasado año. Por consiguiente, estas cifras caracterizan el vigor que han mostrado estas variables durante 2006 y, lo que es más importante, su sostenibilidad en 2007.
Ante esta situación, el BCE, en su reunión de hoy, mantendrá los tipos al 3,5% pero ofrecerá señales claras de su intención de acometer una nueva subida de otros 25 puntos básicos en su próxima reunión del 8 de febrero.
Esta decisiones ya están descontadas por el mercado, aunque los inversores se han mostrado muy confusos, y en algunos casos reticentes, en los meses finales del pasado año sobre la continuidad de la normalización de la política monetaria del BCE. Sin embargo, el BCE se ha mantenido durante todo 2006 muy fiel a la evolución de los diferentes datos macroeconómicos de la Unión Económica y Monetaria, que han sido los verdaderos protagonistas de la política monetaria en 2006, aun sin olvidar, ni mucho menos, el precio del crudo y el tipo de cambio.
Posteriormente, el mercado espera una nueva subida al 4% en verano. De continuar la favorable evolución de la economía de la zona euro, tal y como esperamos en Intermoney, esta subida se haría efectiva en primavera.
Rebeca Albacete Sánchez-Mateos. Economista para Europa y España de Intermoney