La mejor época para visitar un pub histórico inglés
Igual que el cricket y el té de las cuatro, el pub representa un icono del Reino Unido, aunque como institución hizo su aparición en la vida inglesa mucho antes que las dos anteriores tradiciones. El invierno está considerado la mejor época para aprovechar el ambiente acogedor de un típico pub inglés. En los últimos 20 años los pubs han pasado por la transformación más radical de su historia. Muchos de ellos estaban tied, es decir, atados, en el sentido de que trabajaban con exclusividad con una sola fábrica de cerveza, que solía ser la propietaria que pagaba el alquiler de la casa.
Por otra parte, hasta finales de los años 80 del siglo pasado, los pubs no podían servir bebidas alcohólicas antes de las once de la mañana y tenían que cerrar sus puertas por la tarde durante al menos un periodo de cinco horas. Estas restricciones fueron impuestas durante la Primera Guerra Mundial, ante el temor del Gobierno de que los obreros de las fábricas de municiones llegasen al trabajo en estado de embriaguez. La gran revolución vino con la primera ministra Margaret Thatcher, quien autorizó un horario continuo de 12 horas, desde las 11 de la mañana, abriendo el camino a la actual liberalización, sin restricciones al horario de apertura.
Pese a ello, un gran número de los pubs prefiere mantener la hora de cierre de siempre, las once de la noche, y cuánto más histórico el pub, más fidelidad se suele mantener a la tradición. Desde luego, este es el caso del George Inn, catalogado el pub de mayor antigüedad del país. Fundado en el siglo XIV como casa de huéspedes y bebidas cerca de la pintoresca ciudad de Bath, en el oeste de Inglaterra, The George dispone también de ocho habitaciones dobles en régimen de cama y desayuno, cuya tarifa oscila entre unos 120 a 135 euros. Este pub ha sido a lo largo de su historia un lugar de reunión de intelectuales, militares y artistas, cuya presencia queda testimoniada en varios grabados y textos expuestos en el salón Monmouth, abierto al público previa petición al propietario.
Para los lectores de las novelas románticas de Daphne Du Maurier, el Jamaica Inn no necesita presentación alguna. Aquí, en medio del misterioso páramo de Bodmin de la región de Cornualles, la novelista encontró la inspiración para su libro más famoso, que toma su título del nombre del pub. Jamaica Inn se inauguró en 1750 como una de las principales posadas en el trayecto entre Londres y Penzance, el finisterre occidental de Inglaterra. Parte del pub ha sido reformado como hotel, con una oferta especial de dos noches, sólo de jueves a domingo, por 155 libras (233 euros) con desayuno incluido.
A una hora de Londres se encuentra la villa universitaria de Cambridge, cuyas calles albergan unos de los pubs más antiguos del país. Entre ellos el veterano es el Eagle Pub, que desde 1525 pertenece a Corpus Christi, uno de los colegios universitarios de Cambridge. El pub fue el lugar donde en 1953 dos científicos de Cambridge, James Watson y Francis Crick, anunciaron su descubrimiento del ADN. Otro atractivo es el llamado bar de la RAF, cuyo techo está cubierto por el grafiti de los pilotos de la aviación británica y estadounidense que frecuentaban el pub en la segunda guerra mundial.
Otros lugares que merecen una visita son The George de Londres, el White Lion de Llanelian-yn-Rhos (Gales) y The Sheep Heid Inn de Edimburgo, todos ellos con más de 200 años de historia y desde luego, con buena cerveza.