Moda a la conquista de Asia y el cliente masculino
Dior, Hermès o Vuitton obtienen sus mejores cifras en mercados emergentes
Clásicos, retrosexuales, metrosexuales, los nuevos ubersexuales, gays, heterosexuales Todos tienen al menos dos cosas en común: son hombres y su interés por las tendencias de moda crece al mismo ritmo que los principales talleres de alta costura se apresuran a incorporar propuestas para ellos.
Gucci, Yves Saint Laurent o Armani ya percibieron la posibilidad de captar clientes vendiendo elegancia entre los setenta y los ochenta. A principios de los noventa se subió al carro la firma Prada, merced al atrevimiento de Neil Barret, por entonces un joven diseñador que había trabajado para Gucci. Según contaron las revistas de moda del momento, el británico envió una carta a los propietarios de Prada relatando cómo debía ser el aterrizaje de la marca en el segmento masculino. En medio año estaba trabajando en sus filas y se convirtió en artífice de que la casa italiana doblara sus ventas entre 1995 y el 1999.
Los patriarcas de la moda adivinaron un nicho de negocio al que aún se suman importantes nombres. Detrás de vestir al que denominan 'nuevo hombre' se aventura una oportunidad de generar ingresos tanto en las grandes manzanas del lujo neoyorquino, parisino o londinense, como a miles de kilómetros.
Valga el mercado indio como exponente. Está previsto que el incipiente mercado de la moda masculina en la India demande prendas de lujo por un valor de 200 millones este año, con crecimientos que rondan el 20% anual hasta 2011.
Una referencia del glamour como Louis Vuitton debe buena parte del incremento de sus beneficios al mercado asiático, donde creció a un ritmo del 23% entre 2003 y 2005 frente al 9,9% de sus ventas en EE UU. Valentino presenta una revalorización en su facturación del 21% en Asia frente a un decrecimiento en mercados como Italia. Y Christian Dior, que ha abierto una boutique cinco estrellas en Hong Kong, elevó un 43% sus ventas asiáticas de 2003 a 2005 frente a la pérdida de fuelle demostrada por ejemplo en Francia.
El banco de inversión Goldman Sachs asegura en un informe publicado en 2006 que China ya es el tercer consumidor mundial de moda de lujo, con un volumen de demanda cifrado en 6.000 millones de dólares al año y para el que se estima un camino positivo interanual del 25% hasta 2009. Parece claro que Asia es una mina de oro para las firmas de moda y modernizar el vestuario masculino, el negocio por explotar.
El último gran nombre en cambiar de acera y comenzar a vestir al hombre ha sido Tom Ford. 'El consumidor masculino ha despertado como un cliente al que le interesa algo más que los coches y el arte', dijo en un reciente congreso de moda celebrado en Estambul. El diseñador que sacó a Gucci de la crisis a base de colecciones femeninas, está trabajando en la próxima línea de Ermenegildo Zegna, el mayor grupo mundial de moda de lujo para hombres. Anteriormente había declarado públicamente su interés por los mercados emergentes: 'En muchas sociedades emergentes, donde los hombres son presumidos como pavos reales, hay mucha demanda de verdadero lujo', dijo el cotizado modisto.
Más síntomas de que algo se mueve a favor del varón: Ralph Lauren llevó a la última Semana de la Moda de Nueva York, por primera vez en 30 años, una colección de hombre; y es un diseñador de ropa masculina, la estrella de Dior, Hedi Slimane, uno de los más admirados.
'Cuando empecé, hace 25 años, el campo femenino estaba mucho más desarrollado que el masculino y atraía a los modistos. Ahora el hombre se destapa como un cliente interesante, y no sólo por su nivel de consumo sino por su mayor fidelidad a una marca', explica el diseñador argentino afincado en España Roberto Torretta.
æpermil;l es uno de los ilustres que lleva años 'con ganas' de esbozar una colección de hombre y será en marzo cuando la marca Goodyear by Torretta vea la luz. De momento esta figura del diseño adelanta que trabaja para el fabricante de neumáticos en crear prendas que sirvan para llevar en cualquier momento del día: 'Será ropa urbana, quizás clásica con un punto de modernidad'.
diseño español
A la espera de la colección de Torretta, la manresana Miriam Ponsa, una de las jóvenes fijas en Pasarela Barcelona y con buen predicamento en Japón, lanzó en septiembre su primera colección masculina para la presente temporada otoño-invierno. Los críticos dicen que su ropa está entre el sport y el corte clásico de sastre, es atemporal y cómoda.Una de las colecciones que gozó de mejor acogida en la última Pasarela Cibeles fue masculina y firmada por Spastor, sello español que también ha desfilado en la Semana de la Moda Masculina de París.Amaya Arzuaga, presentó en febrero de 2005 su primera colección mixta. Y en sus inicios, los sevillanos Victorio & Lucchino cortaban trajes tanto para mujeres como para hombres, pero su éxito entre las primeras les hizo abandonar una línea masculina que recuperaron con la colección Vestirse por los pies, puesta de largo en Gaudi, en la primavera verano de 2005.