Toyota afronta su año clave en EE UU
Los japoneses pueden aventajar a GM en producción mundial
El salón del automóvil de Detroit que se inaugura esta semana cumple 100 años y los últimos 19 con categoría de internacional; pero en la cuna del automovilismo de EE UU están para pocas celebraciones. Con los severos recortes de producción y plantillas anunciados en 2006 por los otrora tres grandes (General Motors, Ford y Chrysler), Detroit, y en general Michigan, está pasando de ser un referente industrial a ser un estado de pensionistas de la automoción. Más aún, mientras las americanas implementan sus drásticos planes para salir de la crisis, Toyota llega a esta exhibición sabiendo que este es, sin duda, su año.
Lo será a nivel mundial porque ya en diciembre anunció que aumentará su producción mundial este año hasta los 9,42 millones de unidades cuando el pasado dejó su marca en 9,04 millones. La cifra permitirá a la empresa japonesa exceder los 9,18 millones de vehículos que ensambló GM en 2006. GM es todavía hoy el mayor fabricante del mundo pero la tendencia a la que se ha visto obligada por los reveses en el mercado de EE UU es a recortar producción. En el camino inverso, Toyota, empujada por el éxito de sus coches, especialmente los híbridos, en este mismo mercado, se ve en la necesidad de acelerar el trabajo de sus líneas de producción.
El presidente de GM, Rick Wagoner, no dio previsiones de fabricación y la semana pasada manifestó que le desagradaría perder el puesto de líder que tiene desde 1931. Si así fuera, afirmó, lucharía para recuperarlo porque además tiene la capacidad instalada para hacerlo. Pero es improbable que lo haga porque es en EE UU donde el mercado está decidiendo al líder y en este país GM no hace más que perder cuota (un 2,6% este año) y cerrar plantas (hasta 12). De hecho, por segundo año consecutivo la compañía de Wagoner ha vendido más coches fuera de EE UU que dentro. Wagoner no descartaba recortar más la plantilla.
La japonesa, por el contrario, está a punto de anunciar dónde abrirá su octava planta en Norteamérica. En 2006 inauguró la sexta en Tejas y este año empezará la producción de otra en Canadá. Toyota volverá a mirar a los estados del sur del país para localizar esta nueva planta que podría estar operativa para fabricar 200.000 unidades en 2008.
Alcanzar a GM por ventas en su propia casa no está al alcance de su mano porque la empresa de Wagoner domina el 24,6% del mercado estadounidense (en 2001 tenía el 27,2%) mientras que la japonesa se queda con una cuota del 15.4% (un 2,3% más que en 2006).
Pero ya ha adelantado a otros vecinos de Detroit. Este porcentaje le ha convertido en la tercera compañía en EE UU en 2006, por delante de DaimlerChrysler (con una cuota del 14.4%). Y este año desalojará del segundo puesto a Ford que reducirá producción para ajustarse a un mercado local en el que se dejó el pasado ejercicio un 1,6% de cuota para finalizar con el 17,5%.
Pese a los últimos problemas con la calidad de sus productos, Toyota no solo ha perfeccionado las técnicas más productivas de ensamblaje sino que además ha sabido adaptarse y, hasta cierto punto, modelar las nuevas demandas de coches de menores consumos. Alan Mulally, el nuevo presidente de Ford ha dicho que tienen que aprender mucho de Toyota. Dicho esto, la compañía japonesa tiene en EE UU la ventaja de tener menores gastos, especialmente en sanidad. Su coste por este concepto es de 200 dólares por coche frente a los 1.500 para GM.
Bajo las luces de un salón americano, Asia crece
Chevrolet, una de las marcas de General Motors, mostrará entre sus novedades en el salón de Detroit un nuevo Camaro convertible y Cadillac un nuevo CTS con el que la marca de lujo están rejuveneciendo su imagen. GM, la empresa de la que el año pasado se llegó a rumorear que no andaba lejos de la quiebra parece que empieza a ver la luz y presenta una nueva cartera de productos para 2007 que será el 40% de su oferta, muchos de ellos son híbridos y coches que utilizan etanol como combustible.Pero bajo las luces del salón americano se presentan nuevos coches de casi todas las marcas y si en el pasado los fabricantes no americanos trataban de competir con los locales, ahora ya compiten claramente entre ellos por la cada vez más cara décima de cuota de mercado. Nissan por ejemplo presenta un pequeño SUV llamado Rogue, cuyo primer objetivo es un automóvil de la también japonesa Honda, el CR-V.Esto ocurre porque los fabricantes asiáticos se han asentado en EE UU hasta el punto de que el mercado conjunto de las marcas japonesas es ya del 40,4%, según Morgan Stanley, mientras que los fabricantes de Detroit han visto reducir su cuota del 55,2% en 2005 al 51,5% en 2006.Recuperar cuota va a ser mucho más caro y difícil en 2007 porque se espera que las ventas estén al mismo nivel o por debajo del 2006 cuando se vendieron unos 16,5 millones de unidades frente a los 17 millones del año anterior.