España acumula 8,3 puntos de diferencial de IPC desde 1999
Eurostat desveló ayer el dato avanzado de la inflación de la zona euro en diciembre, que se situó en el 1,9%. Si se confirman las cifras, España cerrará el año con un diferencial de 0,8 puntos, lo que supone que, desde la introducción de la política monetaria común en 1999, la diferencia de precios ha sido de 8,3 puntos.
Ala espera de que se confirmen los últimos datos de inflación publicados por la oficina de Estadística de la Unión Europea, la conclusión es clara: España lleva siete años perdiendo competitividad frente a sus principales socios comerciales, fundamentalmente porque los precios crecen por encima de la media europea y eso influye de forma negativa en su posición en el exterior.
A pesar de que España cerrará previsiblemente este año con el mejor diferencial de inflación respecto a la zona euro desde 2001 (0,8 puntos de desviación), la diferencia de precios acumulada desde 1999, fecha en la que se puso en marcha la política monetaria común, es de 8,3 puntos. La brecha es mucho mayor si se compara el diferencial con Francia (el país al que más exportamos) y Alemania (del que más importamos). A la espera de sumar el dato correspondiente a 2006, que estará en torno a un punto para ambos países, la diferencia con Alemania es de 11,7 puntos, mientras que respecto a Francia la diferencia es de 9,1 puntos.
El hecho de que un mismo producto se encarezca más en España que en otros países de la zona euro es un lastre para la posición competitiva española. Este deterioro ha sido el que ha obligado a muchas empresas exportadoras a no subir precios a costa de recortar su margen, con tal de mantener su cuota de mercado.
La competitividad de España con la UEM pierde 11,1 puntos en el mismo periodo
Así, desde 1999, España ha perdido 11,1 puntos de posición competitiva respecto a la zona euro si se comparan los precios finales de consumo, mientras que el deterioro ha sido mucho menor en el caso de los precios finales de producción, de apenas 1 punto. La diferencia de diez puntos entre unos precios y otros se explica porque mientras que en los precios finales de consumo influye la posición competitiva de cada país, en los precios finales de producción (compra de materias primas o productos energéticos) los costes son similares para todos los países porque todos los compran en los mismos mercados internacionales.
Por lo tanto, las variaciones se producen fundamentalmente por los costes salariales, logísticos o de distribución derivados de esa producción. Por países, la diferencia de precios finales de consumo es de 14,9 puntos respecto a Reino Unido, de 14,7 puntos respecto a Alemania o de 13 puntos respecto a Francia.