SanDisk se atreve con un disco flash de 32 gigas para portátiles
Los dispositivos flash están por todas partes. En la memoria de la PDA, en la de la cámara de fotos, en el reproductor mp3, en el teléfono móvil? En todas, menos en los ordenadores. Y es que estas memorias sólo eran competitivos a pequeña escala, ya que la mejora en tamaño compensaba el mayor precio. Al menos hasta ahora.
Hace tiempo que los fabricantes de ordenadores personales reconocen que acabarán sustituyendo los discos duros tradicionales por memorias flash, ya que consumen menos electricidad, ocupan menos, no hacen ruido, y son mucho más resistentes. Pero su coste les echaba hacia atrás.
SanDisk, líder en la fabricación de dispositivos flash, quiere darle sin embargo una oportunidad, y asegura que presentará en el Computer Electronics Show, que se celebra del 8 al 11 de enero en Las Vegas, Estados Unidos, su primer disco duro con tecnología de memoria flash. Se llama Solid State Disk -o SSD en sus siglas-, tiene 32 Gb y todavía no se conocen los precios. Desde la compañía se asegura también, sin dar más detalles, que son varios los fabricantes de ordenadores portátiles que ya han decidido montarlos.
Unos 460 euros más caro, según los expertos
Respecto a las dos principales pegas que plantea el uso de una tecnología relativamente antigua (se usa desde hace tiempo en vehículos militares), la velocidad de acceso y la relación precio-capacidad de almacenamiento, los expertos responden que la primera es cosa del pasado: el disco de SanDisk es capaz de cargar Windows Vista, el nuevo sistema operativo de Microsoft, en sólo 35 segundos.
La segunda limitación es precisamente la causa de que SanDisk abra este nuevo mercado por los ordenadores portátiles de empresa, donde los compradores estarán más dispuestos a pagar un mayor precio (el sobrecoste se calcula en aproximadamente 600 dólares, unos 460 euros) a cambio de más resistencia y menos consumo.
Y aunque su capacidad es menor a la del resto de discos duros del mercado, también es cierto que la mayoría de los usuarios de estos ordenadores de empresa no suele exprimirla al máximo.