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Eladio González

'La falta de conocimientos en gestión se suple con prudencia'

Empezó estudiando Biología Molecular, pero se dio cuenta de que no era lo suyo. Decidió cursar Farmacia porque le convalidaban algunas asignaturas. Y le cogió cariño a esta profesión.

Eladio González nació en Luarca (Asturias) hace 56 años y preside Acofarma, una asociación de cooperativas farmacéuticas. Ofrece productos, servicios y un portafolio con más de 3.200 referencias a 32 cooperativas que agrupan a más de 18.000 oficinas de farmacia en toda España.

¿Cuál es su función al frente de la cooperativa?

Más que una labor de gestión, es una función política. Una asociación de este tipo lo que tiene que perseguir es la creación de un equipo fuerte y sólido, que se consigue con el apoyo del consejo rector. Lo que tengo que hacer es facilitar la gestión de los técnicos. Más que ponerles de acuerdo, la principal tarea es motivarles para conseguir que tengan un estímulo.

Asumir una función política dentro de una organización debe exigir mucha diplomacia...

La prudencia siempre es importante dentro de una empresa, pero también destacaría la capacidad de diálogo y de comunicación. Yo suelo ser muy prudente porque soy conocedor de mis carencias. Soy farmacéutico y entiendo de farmacia, pero no soy gestor y es ahí donde tengo que aplicar la máxima prudencia. Lo que hay que hacer en estos casos es ampararte en un buen equipo de profesionales y emplear sobre todo el sentido común. Es algo que no falla.

Usted ha sido elegido presidente por las 32 cooperativas que forman Acofarma, ¿cómo se consigue llegar a ese consenso?

No sé cuál es el secreto, tal vez que conozco el sector y que hago mi trabajo con la mayor naturalidad. Llevo tres años en el cargo y todo este periodo ha transcurrido de forma pausada, pero con mucho trabajo. Hemos modificado y reestructurado la organización en cuanto a productos, también hemos unificado la imagen y buscado nuevos proveedores. Y a nivel político lo que hemos hecho ha sido gestionar nuevas vías de comunicación entre las cooperativas y Acofarma. Es un proyecto a largo plazo, hasta 2012.

¿Cuáles serán las principales líneas de actuación?

Seguir con la reestructuración interna, continuar trabajando en la campaña de marketing que hemos emprendido, con el fin de implicar a las farmacias en la asociación. También hay que seguir ahondando en el sentimiento de que las oficinas de farmacia se sientan propietarias de una marca blanca. Si no se hace una labor de información, no avanzamos nada porque las generaciones se van renovando, y hay que explicar que tenemos una marca propia y que no se trata de una más. Si ese flujo de información no es constante, se pierde la identidad.

Aunque usted no ha colgado la bata, ¿cómo es ese paso a la gestión empresarial?

No sé cómo se pasa, desconozco los mecanismos. Lo que a mí me ha ocurrido es casualidad, surgió una oportunidad, me dejé llevar por esa corriente, y poco a poco me fui involucrando. Es por ese motivo que yo procuro llevarlo todo con mucha prudencia. La falta de conocimiento en gestión empresarial la suplo con sentido común y un buen apoyo de colaboradores. Es la mejor manera para no equivocarte.

¿El sector farmacéutico es de los más competitivos?

No lo era, pero lo está siendo además entre nosotros mismos, y entre las empresas que son privadas y de capital extranjero. La búsqueda de la economía de escala ha hecho que las empresas de distribución se conviertan en gigantes que sólo buscan crecer y crecer. No tiene mucho sentido que siendo la propiedad la misma se dupliquen o tripliquen los servicios. Lo que tendría que haber son asociaciones con el fin de que se abaratase la gestión con la finalidad de ser más competitivos. El sistema sanitario español se sostiene por la calidad y desde los almacenes de distribución también tenemos que garantizar la calidad aunque no sea rentable. Si yo tratara el negocio de la distribución en términos empresariales, cubriría sólo las rutas que fueran rentables. Y no hay que olvidar que la atención farmacéutica es fundamental como apoyo al servicio sanitario.

¿En qué medida les afecta la Ley del Medicamento, que armoniza la legislación española a los procedimientos comunitarios para la autorización y control de los fármacos?

Directamente no nos afecta porque nosotros no comercializamos ningún medicamento, pero indirectamente si que nos repercute porque nuestra principal fuerza está basada en la estabilidad de 32 cooperativas. Será vital para el desarrollo de algunos artículos saber con detalle cómo nos va a afectar en el futuro.

'Tenemos mucha presión y muy variada'

¿Cuáles son los principales problemas que afectan a los profesionales del sector?La inestabilidad a la que estamos sometidos en los últimos años. Tenemos que estar constantemente demostrando. Y tenemos inestabilidad porque no disfrutamos de un periodo estable en cuanto a las modificaciones de leyes. Los gobiernos van cambiando y tenemos que ir constantemente demostrando que somos eficientes. Esto supone un gran desgaste, aunque las relaciones que tenemos con el Ministerio de Sanidad son buenas. Pero siempre tenemos la sensación, cuando el gobierno cambia, de saber si el siguiente nos va a entender. Hay presiones muy distintas y muy variada.

¿Los laboratorios ponen muchas trabas a los distribuidores?Algunos lo que hacen es evitar que se ejerza el comercio de exportación hacia países en los que el mismo medicamento es más caro. Hay otros intereses como desplazar hacia moléculas de nueva generación. Lo que debemos los distribuidores es garantizar que se ofrece el servicio y servir de apoyo a la calidad de la sanidad.¿Las fusiones y asociaciones entre laboratorios les afecta a los farmacéuticos?Esto ya se ha producido y hemos podido comprobar que el farmacéutico se siente fiel a su distribuidor de la zona. Existe una gran colaboración de la distribución farmacéutica para optimizar la gestión sin perder la identidad.

¿Cómo compagina su trabajo de farmacéutico con la presidencia de Acofarma?Con mucho trabajo y dedicándole muchas horas. Sobre todo hay que emplear mucho trabajo físico y varias horas de preocupación porque son muchos los temas que hay pendientes. Tengo la presión de mis propios compañeros, que son los que me han elegido y a los que no puedo defraudar. El trabajo de gestión es algo que engancha y, en mi caso, supone un gran reto por la falta de preparación en este terreno. Pero mi verdadera vocación es la de atender mi oficina de farmacia.

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