División sobre Abertis tras el freno a su fusión en Italia
La imposibilidad de materializar la fusión con la italiana Autostrade, noticia conocida el pasado miércoles a través de un comunicado, ha disparado a la española Abertis en Bolsa hasta su valor máximo a lo largo de 2006.
La gestora de infraestructuras que preside Isidro Fainé alcanzó el jueves los 23,20 euros, un 13,6% por encima de comienzos de año, y ha cerrado la semana en 22,98 euros. Sin embargo las reacciones sobre el aparcamiento de la integración son contradictorias.
A juicio de Ibersecurities, 'se elimina la incertidumbre que rodea al valor desde el anuncio de la fusión y en el medio y largo plazo se deja la puerta abierta para volver a negociar', cita su analista Jesús Domínguez.
La sociedad de valores del Sabadell ha defendido este intento de concentración en el negocio de la gestión de autopistas como una oportunidad para ganar 'tamaño, capacidad de inversión y mayor peso en los índices'. Bajo el punto de vista de Domínguez el Gobierno italiano deberá definir un nuevo marco regulatorio que indique en qué condiciones quedan las concesiones de Autostrade. 'Abertis queda en buena situación, sigue interesada en la fusión, pero no a cualquier precio, por lo que mantenemos nuestra recomendación de comprar', dice Ibersecurities, cuyo precio objetivo para Abertis es de 23,8 euros.
Este optimismo contrasta con la opinión de Fortis, donde Luis Padrón recomienda reducir el peso de Abertis y sitúa su potencial de revalorización en términos negativos, con un precio objetivo de 20,7 euros.
Entre ambas se sitúa Espírito Santo con un consejo neutral sobre la acción. Margarida Mira sigue la evolución de Avertis para la entidad lusa y cree que el cambio de planes es negativo. 'La subida reciente de Abertis estaba relacionada con las ganancias fruto de la fusión con Autostrade', explica. La española se apunta un 24% desde que el 30 de junio fuera aprobada la integración en Junta de Accionistas.
Standard & Poor's, por último, ha confirmado el rating de A para la deuda a largo plazo de Abertis. La entidad cree que sus fortalezas compensan la carencia de flexibilidad en el dividendo. Sin embargo coloca una perspectiva negativa sobre la empresa por una 'agresiva' política de adquisiciones que, a su juicio, puede emprender tras la compra del 32% del operador de satélites Eutelsat.