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La opinión del experto
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Distintas maneras de no estar en el trabajo

Nekane Rodríguez distingue tres tipos de absentismo laboral, el de la silla vacía, el de la silla llena y el de la ausencia emocional. Algo preocupante que las empresas no deberían dejar en el olvido.

Hace unas semanas me pidieron que hiciera una presentación sobre absentismo y conciliación. Al empezar a preparar el tema, lo primero que vino a mi cabeza es preguntarme si había relación entre una y otra. Como apasionada de la conciliación entre vida profesional y personal, debo reconocer que para mí el absentismo sólo hacía referencia a aquellas personas que tienen por hábito faltar al trabajo buscando una causa justificada y que tan negativo impacto provocan en nuestra productividad. Sin embargo, esta descripción no me ayudaba a encontrar la relación absentismo/conciliación objetivo de mi presentación, así que acudí a las fuentes.

Como decía Gaudí, 'ser original es volver al origen'. Y qué mejor sitio que la Real Academia de la Lengua para empezar. Absentismo: abstención deliberada de acudir al trabajo. Conciliación: conveniencia o semejanza de una cosa con otra. Esto me empezó a gustar, porque me pareció que la relación es evidente. Faltamos al trabajo porque nos conviene. Es curioso. ¿Cómo a alguien le puede convenir no acudir al trabajo, a no ser que sea el último afortunado del Euromillón? Yo pensaba que el resto de los mortales teníamos (cuando no vocación) obligaciones tales como la hipoteca, gastos de alimentación y ropa, colegios..., que hacen del trabajo una necesidad.

Con esta sensación de que absentismo y conciliación están interconectados, os invito a compartir conmigo un viaje que parte del país de las fábricas para llegar al país donde los sueños se hacen realidad. Primera parada: puerto del absentismo laboral o de la silla vacía. Los datos al respecto son aterradores: la media de personas que faltan al trabajo con carácter reiterado supone una pérdida de hasta el 4% del PIB a nivel europeo y, según el Foro Económico Mundial de Davos, en 2006, España se encuentra en el puesto 29 en productividad y competitividad. Algo debía pasar para que tantas empresas tomaran medidas drásticas y traumáticas a fin de mejorar su productividad.

Si alguien está pero no está, no hay compromiso y, por tanto, no hay talento. Las apariencias engañan

En un estado de conmoción por los datos averiguados, embarqué hacia la segunda parada: puerto del absentismo personal o de la silla llena. ¡Bien!, aquí todo el mundo está en su sitio. Así que pasé para entender las diferencias. Cuál fue mi sorpresa cuando, al observar las tareas que la gente realizaba, comprobé que eran muy diversas, pero ninguna relacionada con lo que yo llamaría desempeño. Unos leían la prensa por internet, otros buscaban la mejor oferta para sus próximas vacaciones.

Este fenómeno, que en Estados Unidos se denomina cyber-skiving y que, en muchos casos, se ha convertido en un estilo de vida, aumentó mi estado preocupante con la situación. Ya sé que van al trabajo, pero ¿están haciendo el trabajo por el cual les pagan su sueldo? Como la respuesta es no, ¿qué nos hace a los seres humanos llevar a invertir parte de nuestra jornada en actividades impropias de ella?

Ante tal estado de shock, embarqué de nuevo en mi viaje para llegar a la tercera parada: puerto del absentismo emocional. La actividad parecía armónica, las personas estaban desempañando las funciones que se supone tiene su puesto, pero encontré una nueva realidad que, por fin, me dio una clave. Aquí, las personas estaban pero no estaban. Aparentemente tenían una actitud laboriosa y de concentración en las tareas, pero, cuando observabas con más detalle, veías que eran unas personas que no rendían todo lo que podían. Según los datos internacionales de Gallup, sólo el 20% de los trabajadores dan lo mejor de sí mismos.

Para intentar entender en qué consistía de verdad el absentismo emocional, recurrí a David Ulrich y su definición de talento como el efecto multiplicador que se da entre capacidad y compromiso. A buen entendedor, pocas palabras bastan. Está claro que si alguien está pero no está, no hay compromiso y, por tanto, no hay talento. Y si no hay talento, ¿qué es lo que pueden aportar nuestras organizaciones? Vayamos más allá de las estadísticas, que a lo sumo nos sirven de alimento y reflexión.

Las apariencias engañan. No, nos dejamos llevar por lo evidente y buscamos la esencia de las cosas que afectan a nuestra productividad, recurramos a aquello que decía Aristóteles: 'El ojo real se parece a un ojo pintado, pero al segundo sólo se le llama ojo por la razón de este parecido, pues, para ser ojo, lo que le falta es la clave, ver'.

Demos a nuestros equipos una razón para prometerse entre ellos y con el proyecto, para comprometerse, a través de nuestro liderazgo, nuestra vocación de servicio por acompañarles y conducirles hacia los objetivos, generando políticas que les ayuden a llevar una vida más armónica en tres ejes; personal, profesional y familiar, y así evitar su absentismo (laboral, personal o emocional).

Como dice la profesora del IESE Nuria Chinchilla: 'Dirigir es dirigir personas, motivarlas y crear un entorno adecuado donde desarrollen todo su talento; así la conciliación incide en el nivel de rendimiento, el compromiso, la productividad y la creatividad de los empleados'.

Destino. Finalizamos este viaje en el país donde los sueños se hacen realidad, porque nos preocupamos y ocupamos de lo único que importa: las personas. Si las convertimos en ejes principales de nuestras acciones, verán ustedes como crece el compromiso y, por tanto, el talento, mejorando nuestra productividad en todos los sentidos.

Nekane Rodríguez. Directora de marketing de Creade

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