El nuevo récord de viviendas visadas
En los nueve primeros meses de este año, los aparejadores han visado proyectos para iniciar la construcción de 711.000 viviendas, cifra jamás alcanzada en tan corto periodo de tiempo en España. Pero este nuevo récord, que se quedará diluido cuando haya concluido todo el ejercicio y el número de viviendas a iniciar supere prácticamente el millón, sorprende porque desbanca a las cotas registradas en los años pasados, que han acumulado cómputos siempre crecientes. Cabe recordar que en España se construyen, según las estadísticas europeas, más casas que entre Francia, Alemania y Reino Unido juntos, lo que supone que la actividad inmobiliaria está registrando un crecimiento que difícilmente resiste explicaciones racionales y que parece más bien apalancado en expectativas de revalorización siempre cuestionables.
El crecimiento de los visados este año tiene explicaciones lógicas, dentro del clima de cierto escepticismo que rodea a las interpretaciones del boom inmobiliario, sólo justificado por la espectacular bajada del coste de financiación y el aumento, también espectacular, de la población en España en los últimos años. El tirón de los expedientes visados se ha producido en septiembre, con casi 130.000 viviendas, frente a las 68.000 de septiembre del año pasado o las 50.000 que se registran habitualmente cada mes. Pero en septiembre de este año el empuje está vinculado a la entrada en vigor en enero del Código Técnico de la Edificación.
Esta normativa aprobada por el Gobierno, y que endurece las exigencias técnicas de la construcción de viviendas, con la generalización de los paneles fotovoltaicos y materiales más consistentes para los aislamientos acústicos, está acelerando los visados. Los promotores quieren así evitar la aplicación de los nuevos requisitos técnicos, que podrían encarecer la construcción de la vivienda más del 10%, según sus propios cálculos. Otra cosa es que únicamente registren ahora los visados y la construcción se inicie cuando estaba previsto para no inundar el mercado cuando ya existe una oferta muy abundante. En caso de que en los tres últimos meses del año se registrasen avances similares a los de septiembre en los expedientes visados por los aparejadores, España habría computado el inicio de un millón de casas en 2006, el 5% del parque ya existente.
Llama la atención, en todo caso, que esta súbita avalancha de visados se produzca cuando comienzan a aparecer algunas señales de agotamiento en el mercado de la vivienda, además de estar en plena discusión política una nueva regulación del suelo, y de haber alcanzado una temperatura considerable la aparición de casos de corrupción urbanística. También cuando los plazos para vender casas, nuevas o usadas, se está alargando y cuando las subidas de tipos de interés empiezan a encarecer la financiación de forma significativa.
Pero también es llamativo que los promotores, parte de los cuales se ha quejado de la supuesta demonización de su actividad por políticos y medios de comunicación por los brotes de corrupción en decenas de ayuntamientos, hagan ahora lo posible por esquivar una nueva normativa que pretende reforzar la calidad y garantía en la edificación. Para exigir juego limpio, hay que practicarlo.