Una agencia de calificación de deuda cuestiona la expansión internacional de las cajas
La Caixa anunció el jueves pasado que va a vender una parte sustancial de su cartera industrial, así conseguirá liquidez para hacer realidad su expansión internacional. Sin embargo, estos planes pueden ser 'caros y arriesgados', según la agencia de calificación de deuda DBRS.
Las cajas de ahorros españolas quieren dar el salto al exterior y avanzan, paso a paso, para alcanzar este objetivo. Por el momento, han conseguido que el nuevo gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, se muestre receptivo con su reivindicación -ha asegurado que analizará 'caso por caso'- y, algunas entidades, han comenzado ha desprenderse de activos industriales para conseguir financiación.
La Caixa, primera caja y tercera mayor entidad financiera española, parece llevar la delantera. Su presidente, Ricardo Fornesa, ha reconocido públicamente que quieren contar con una red de sucursales en el extranjero y, además, ha anunciado que venderá una proporción importante de su cartera de sociedades participadas, la mayor de todo el sector financiero, con un valor global de 20.000 millones de euros.
Dar el salto al extranjero es atractivo, pero también arriesgado. Así lo entiende, al menos, la agencia de calificación de deuda canadiense DBRS, que ha empezado a operar recientemente en España. En un informe sobre las cajas de ahorros europeas, la firma alerta de que su expansión internacional puede resultar 'cara y arriesgada'.
Anne Caris, analista jefe de la firma para el sector bancario español se muestra 'escéptica' sobre esta estrategia. 'Abrir sucursales en el exterior entraña mayores riesgos que seguir haciéndolo en España', explica Caris.
DBRS considera que la base del éxito de las cajas de ahorros es la cercanía al cliente y el hecho de permanecer junto a ellos, tanto en los buenos como en los malos momentos. Este hecho ha generado una fuerte fidelidad por parte de los usuarios y el reconocimiento de las cajas a nivel local, lo que se ha reflejado en que estas entidades tengan una cuota de mercado superior a la de sus equivalentes europeas.
Diversificación geográfica
'No creemos que la falta de una diversificación geográfica fuera del territorio nacional sea una debilidad', explica Anne Caris. Para la experta de DBRS, una expansión hacia mercados emergentes, que favorezca la obtención de ingresos menos dependientes del ciclo económico, supondrá un impacto negativo en el perfil del riesgo crediticio de las cajas.
La firma canadiense añade dos argumentos. Las economías donde las cajas podrían intentar crecer (como son Europa del Este y América Latina) ya tienen una alta penetración por parte de los bancos europeos y estadounidenses y, en el primer caso, cuentan con un negocio bancario de proximidad similar al del de las cajas.
La recomendación de la agencia DBRS es clara: las cajas harían mejor manteniendo su foco en el mercado español antes que embarcarse en una agresiva expansión internacional.
Sus homólogas europeas también miran al exterior
Cada vez son más las cajas de ahorros europeas interesadas en crecer en el exterior. Este fenómeno se reproduce en Francia, con el grupo Caisse d?Epargne; en Austria, con el Erste Bank y en Hungría con OTP Bank (la mayor institución financiera del país). El mejor ejemplo de esta tendencia tal vez sea el Erste Bank. La mayor caja de ahorros austriaca obtiene un 56% de sus ingresos operativos en el extranjero y esta cifra no tiene en cuenta la reciente adquisición del primer banco de Rumanía (Banca Comerciala Romana). Las francesas tienen presencia internacional a través del banco de inversión Natixis. Varias cajas españolas han mostrado su interés, no sólo en abrir oficinas fuera, sino en entrar en el capital de algún banco extranjero. Por ahora, las experiencias son escasas: algunas oficinas operativas y de representación, más o menos dispersas, y una cierta expansión en Portugal y el sur de Francia. Además, Caja Madrid mantiene una participación en una sociedad hipotecaria mexicana llamada Su Casita.