La CE aprecia una corrección de los desequilibrios en España
Por primera vez en varios años, las previsiones de la Comisión Europea no alertan sobre el agotamiento del ciclo económico en España ni sobre los peligrosos desequilibrios que presenta su modelo de crecimiento. Más bien al contrario.
Las previsiones de este otoño, publicadas ayer por la Comisión, aprecian una corrección de esos desequilibrios y se resignan a revisar al alza de nuevo, hasta el 3,8%, las previsiones de crecimiento para 2006.
'El sector externo sigue contribuyendo negativamente al crecimiento, aunque mucho menos que el año pasado', señala el documento elaborado por el departamento comunitario de Asuntos Económicos que dirige el comisario Joaquín Almunia.
'La posibilidad de una ralentización drástica es escasa', según la Comisión
Bruselas augura que la moderación del consumo interno permitirá reducir las importaciones, al tiempo que la recuperación económica de los países más grandes de la zona Euro facilitará que las exportaciones españolas aumenten una media del 5% anual. Aún así, la balanza exterior seguirá mermando un 0,75% el crecimiento del PIB.
La CE subraya también los riesgos que siguen pendiendo sobre la economía española: el diferencial de inflación con el resto de la zona Euro, el endeudamiento de los hogares y los desequilibrios exteriores.
'Sin embargo, con la información disponible en estos momentos la probabilidad de una drástica ralentización parece pequeña'. En primer lugar, según la CE, porque los diferenciales de inflación se están reduciendo. En cuanto al endeudamiento familiar, 'los impagos en hipotecas siguen en niveles históricamente bajos, lo que indica la solvencia del sistema financiero'. Y aunque el déficit exterior continúa existiendo, la deuda del país, que en 2008 puede alcanzar el 140% del PIB, 'es comparable a la de otros países de la zona euro'. Falta por ver si la realidad no desmiente este mensaje tranquilizador de la CE, como hizo antes con sus negros presagios.