Las empresas pierden valor dentro de la sociedad
El sociólogo francés Alain Touraine explica sus teorías sobre el nuevo paradigma social.
Hasta hace bien poco, el empresario era el héroe del mundo actual. Sin embargo, esto ya no es así. Poco a poco han ido perdiendo terreno e importancia. En muchas ocasiones, sólo tenemos que remitirnos a las noticias empresariales que ofrecen los medios de comunicación, son humillados por los accionistas y por el capital financiero'. Son algunas de las ideas que esta semana desgranó el sociólogo francés Alain Touraine durante una conferencia, organizada por ESIC, en colaboración con Cinco Días y PricewaterhouseCoopers, en la que reflexionó sobre las teorías que maneja en su obra Un nuevo paradigma para entender el mundo de hoy.
'Es necesario un nuevo reconocimiento de la empresa, ya que tiene una importancia creciente en cuanto a que actúa en el vacío existente en la sociedad, debido a que es un agente de recomposición de la vida social', señaló Touraine, que durante dos horas fue desarrollando sus ideas sobre los nuevos enfoques para entender el mundo actual. El hecho de que nos encontramos ante una realidad cambiante es algo que ya nadie pone en duda. Por otra parte, es cierto que los cambios afectan a todos los sectores de la vida social, económica, política y cultural.
El sociólogo destaca que 'la idea central nos acerca a la realidad del presente, en la hora de la economía global, del fin de lo social y el individualismo, donde la modernización ha hecho saltar en pedazos esos antiguos modelos de sociedad. Cada uno de nosotros, inmerso en la producción y en la cultura de masas, se esfuerza por escapar de ellas y construirse como sujeto de su propia vida', argumenta.
'Es necesario un nuevo reconocimiento de la empresa debido a que es un agente de recomposición social'
Touraine asegura que se trata de un pensamiento que no es de tipo empresarial, pero que, sin embargo, es importante buscar un punto de encuentro. 'Es necesario hacer esfuerzos para encontrar temas y lugares de interés común', afirma.
'Desocialización'
Según Touraine, la idea de que ya no estamos viviendo en sociedad es hoy en día aceptada y entendida por todos. Ante las guerras, los mercados mundiales, el tejido social deshecho, confuso, en crisis y con choques internos, ya sólo queda el individuo. 'No podemos defendernos sólo como ciudadanos, ya que estamos enfrentados con fuerzas que vienen de todas partes; tenemos que defendernos como ser humano. La preocupación central de la gente de hoy es la capacidad de ser individuos', declara.
En este momento, en el que la sociedad se encuentra en una profunda crisis, 'son necesarios agentes socializadores que permitan a las personas luchar por el derecho a tener derechos, y, en este sentido, las empresas pueden tener un papel fundamental'.
Touraine explica que, en la actualidad, los aspectos culturales han relegado en muchos casos a los políticos e incluso a los económicos y sociales. Es importante desde el punto de vista empresarial aceptar la diversidad, pero de tal manera que no suponga una separación de las culturas. 'Si no queremos vivir en guerra, tenemos que aceptar la diversidad', dice.
Por este motivo, las empresas tienen que preocuparse por resocializar. Es importante que los individuos piensen en su futuro. Además, el sociólogo francés destaca dos elementos importantes que se deben buscar en el entorno de las organizaciones: la flexibilidad y la estabilidad, que constituyen dos puntos clave y suponen una buena fórmula para crear una política de empleo. 'Las empresas deben crear un nuevo enfoque en el que se permita actuar en favor de la libertad de cada uno y de esta manera ser más eficiente', señala.
En cuanto al papel de las nuevas tecnologías en este nuevo paradigma, Alain Touraine establece que no determinan la vida social, sino todo lo contrario. Afirma que se trata de procesos de automatización y que las nuevas tecnologías se utilizan de manera muy individual, suponiendo un aspecto muy importante de la desocialización.
Es falso que las tecnologías creen un mundo homogéneo, apunta Touraine, no existe un modelo único en ningún aspecto. Las empresas son muy diferentes. El sociólogo señala también el hecho de que la educación suele fomentar más el individualismo que la socialización.
Momento para las mujeres
Nos encontramos en una sociedad de mujeres. Esta es una de las ideas sobre la que el sociólogo Alain Touraine reflexiona en su obra Un nuevo paradigma para entender el mundo de hoy.Según las teorías presentadas por el sociólogo, en el momento actual se habla más de la vida personal e individual que hace 30 años, y este concepto de lo personal y lo público está mucho más marcado en las mujeres que en los hombres.En el pasado, los europeos deciden concentrar los recursos en manos de los hombres, de manera que se definen los demás grupos con inferioridad. Touraine afirma que este modelo se mantiene hasta finales del siglo XVIII cuando comienzan los movimientos de liberación. Actualmente, se ha abandonado este modelo y se adopta uno nuevo que tiende a reunificar aquellas cosas que fueron opuestas.En cuanto a la superioridad de las mujeres, el francés declara que éstas siempre han creído que se pueden hacer dos cosas a la vez. Esta idea hace referencia a la vida privada y a la vida profesional y pública. En este sentido, las mujeres dan más prioridad a poder vivir las dos partes.Touraine asegura que el mundo que crean las mujeres está dominado por la reconstrucción. 'Las mujeres fueron dominadas y los hombres tomaron como armas el dinero o el trabajo. Las mujeres, en cambio, han tomado como arma la palabra', reflexiona el sociólogo. Ante esta situación, según el experto, los hombres asumen la importancia de esta actitud, y señala como prueba el hecho de que no existe ningún movimiento antifeminista formado por hombres.Touraine destaca que el movimiento social más importante de esta orientación es la ecología política. Las mujeres tienen la capacidad de pensar en el bien de la naturaleza sin menospreciar el desarrollo de la actividad económica, que suponen igualmente importante.