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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Más competencia en el transporte

La UE tiene entre sus derechos básicos la libre circulación de personas y mercancías. Eso hace más anacrónicas muchas de las fórmulas que rigen la actividad en España de un sector tan fundamental para la economía como el transporte por carretera de viajeros y mercancías.

El real decreto que ha preparado el Gobierno para modificar parcialmente la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres va en la línea de paliar esta situación, con el plausible objetivo de introducir mayor competencia y transparencia en el sector. Entre otras cosas, facilitará que más de 70.000 transportistas puedan operar en todo el país, y no sólo en un área geográfica limitada por una autorización. Aunque parezca increíble, muchos transportistas no pueden salir de su comunidad autónoma. Esta supresión de barreras pretende acertadamente aumentar la competencia, lo que en buena lógica redundará en beneficio de los usuarios, tanto en la calidad del servicio como en el precio que se paga por ellos.

La reforma también precisa más las responsabilidades de las empresas con sus usuarios y clientes, obliga a compensar a los viajeros si el servicio es de inferior calidad al contratado, agiliza los plazos de adjudicación de las concesiones, simplifica trámites, elimina privilegios de las empresas instaladas frente a las nuevas entrantes en el sector o establece mayores controles contra la competencia desleal. Son medidas, en su gran mayoría, que sorprenden por no estar ya vigentes. Como llama la atención que parte del sector considere que la reforma llega en un momento 'inoportuno' porque aún no se ha recuperado de la subida del precio del gasóleo. Esto más bien delata carencias en la sana costumbre de trabajar en competencia en un sector con 910.000 empresas -una por cada 48 españoles- que parece abocarse a un claro replanteamiento.

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