Lo que ha subido y lo que puede subir
Que las Bolsas se hayan asomado, después de tres años, a niveles de valoración próximos a la media histórica -el PER del Ibex 35 está en 14,99 veces y el del Standard & Poor's 500 en 15,75 veces, según la agencia Bloomberg- es una señal más del cambio de tercio del mercado. No de que vaya a empezar a tomar la senda descendente de un día para otro, sino de que sus mecanismos han cambiado.
Hasta la fecha ha primado lo que en el mercado se denomina el estilo valor. Dividendos altos, valoraciones bajas y flujos de caja jugosos. El mercado ha apostado por acciones baratas porque, después de la severa crisis, muchas lo estaban. Todo el mercado ha subido, pero ha subido más lo más barato. Así hasta que el mercado se ha reequilibrado. Y lo más probable, si un choque externo -geopolítico, inmobiliario o de otro tipo- no lo evita es que la valoración de la Bolsa suba por encima de su media histórica antes de caer. En este entorno, en el que el mercado empieza a comprar caro, las acciones susceptibles de subir en mayor medida serán las que ofrezcan más crecimiento teórico. Algo obvio, si la acción no ofrece buenos números hoy, qué menos que los prometa para mañana.
De forma paralela, a medida que avanza el ciclo económico los beneficios empresariales tienden a ralentizarse, aunque sólo sea porque las comparativas son cada vez más exigentes. Por todo ello no son pocos los expertos que ven ya este cambio de agujas. Goldman, por ejemplo, lo comentaba en un informe publicado anteayer. Decían los analistas que la dispersión en las tasas de crecimiento de resultados no se ha reflejado en valoraciones, lo que ofrece oportunidades.
La parte mala de este cambio de ciclo es que con valoraciones más exigentes el riesgo de decepción es alto. Por eso sería de esperar un repunte de la volatilidad a medio plazo.