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CincoSentidos

'No hay por qué sentirse culpable por tener apetito'

Yann Rougier sólo necesita de la sencillez de un ejemplo para transmitir a su interlocutor conocimientos fruto de años de estudio e investigación. Este neurobiólogo francés cuenta con un largo y exitoso currículo, uno de cuyos capítulos destacados ha sido la creación de los laboratorios Forte Pharma, recientemente adquiridos por la compañía española Natraceutical. Rougier es perfectamente consciente de que del vasto ámbito de sus investigaciones, hay dos materias que interesan especialmente al público: la medicina antiedad y, en especial, el adelgazamiento. No en vano Forte Pharma es pionera de un nuevo concepto -las especialidades nutricionales- destinado a este fin.

'Nuestra alimentación ha cambiado mucho más en los últimos 50 años que en los 50 siglos anteriores. Por una parte, porque con el comercio y la exportación hemos cambiado nuestra dieta y, por otra, porque la calidad de nuestros alimentos ha cambiado, son mucho más refinados y eso afecta a nuestro cuerpo', explica. Para ilustrar lo que quiere decir, Rougier utiliza el ejemplo del arroz. Cuando una persona come arroz integral -explica- tarda dos horas en hacer la digestión. Si esa misma persona almuerza arroz blanco, su digestión se realiza en una hora. Y si se trata de arroz precocinado, listo para preparar en el microondas, el tiempo se reduce a media hora. 'Cuánto más refinada es la comida, más rápida será la digestión'.

Como consecuencia de esa digestión-exprés que trae consigo la alimentación actual, el cuerpo experimenta muy pronto un descenso en su nivel glucémico. 'Cuando una persona está hipoglucémica se produce una desconexión en la parte de su cerebro que regula el control de la comida y, por eso, cuando llega la siguiente comida, come más', advierte. Una persona necesita unos 45 minutos tras la ingestión de la primera pieza de alimento para que se vuelva a conectar ese punto del cerebro que controla la comida. 'Como la mayoría de la gente come en menos tiempo, lo hacen sin control cerebral sobre lo que comen'. El especialista francés insiste por ello en la necesidad de no culpabilizarse al experimentar ese proceso. 'Hay que explicarle a la gente que no tienen por qué sentirse culpables si tienen hambre, porque no es algo que puedan controlar'. Rougier sostiene que cuando una persona engorda su equilibrio corporal se rompe, pero, una vez estabilizada en ese nuevo peso, vuelve a lograr un equilibrio. 'Si en ese momento se hace una dieta fuerte, el cuerpo siente que algo va mal. Puede conseguirse el peso ideal, pero para el cerebro no lo es. Por eso, cuando se deja la dieta se vuelve a engordar'.

Especialidades nutricionales

En Forte Pharma llevan diez años estudiando ese proceso. Fruto de ese trabajo ha surgido el concepto de especialidades nutricionales, una serie de nutrientes específicos cuyo objetivo es restablecer el equilibrio perdido en el organismo. 'Nos centramos en las razones biológicas del equilibrio corporal para buscar después nutrientes que proporcionen ese equilibrio sin producir efectos indeseados', señala. Así, el enfoque de Rougier es diferente al del resto de los especialistas en nutrición. 'Las especialidades nutricionales transmiten al cerebro que el cuerpo está desequilibrado con el peso, de forma que éste da la orden de comer menos'.

La clave para su eficacia radica en ingerir la dosis adecuada, en el momento adecuado y para el lugar adecuado. 'Hemos alcanzado la evidencia de que el refinamiento de la comida actual cambia el equilibrio biológico del cuerpo, mientras que las especialidades nutricionales lo reequilibran'.

Tres grupos de alimentos para una nueva alimentación

Yann Rougier sostiene que parte del desequilibrio nutricional que aqueja a las generaciones actuales tiene que ver con la desaparición de muchas combinaciones clásicas de alimentos. Junto a los complejos de nutrientes, el neurobiólogo francés recomienda una nueva forma de alimentarse basada en la combinación de tres grupos de alimentos clasificados en una tabla nutricional: alimentos de la zona verde (se pueden comer en la cantidad que se quiera, como patatas o carne roja); de la zona naranja (uso moderado, como cereales o huevos fritos) y de la zona roja (que hay que evitar comer solos o con alimentos de la zona verde, como arroz blanco o precocinado).

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