El baile bursátil de la Mutua Madrileña
Dos pasos para delante, uno hacia atrás, desplazamiento lateral y de nuevo hacia delante. Las maniobras bursátiles que ha ejecutado en los últimos dos años la Mutua Madrileña bien parecen un baile de salón. Esta danza inversora ha llevado a la entidad a convertirse en un actor de referencia en un parqué al rojo vivo por las opas en el sector energético.
En el último año, las constructoras han alcanzado la categoría de depredador en la Bolsa española. Ahí están las maniobras de Acciona sobre Endesa, los desembarcos de ACS en Unión Fenosa e Iberdrola o el capítulo más reciente, la compra el pasado lunes del 9,24% de Repsol YPF por parte de Sacyr.
Todas estas compañías comparten algo más que deber su riqueza al tirón del negocio del ladrillo en los últimos años. Todas ellas están vinculadas de forma más o menos directa con la Mutua Madrileña.
ACS, Sacyr y Acciona. Todos están vinculados con la aseguradora
La aseguradora que preside José María Ramírez Pomatta posee un 3% de la constructora encabezada por Florentino Pérez, si bien no cuenta con ningún representante en el consejo de administración de esta cotizada.
Hace apenas dos semanas, la compañía de seguros anunció la compra del 5% de Sacyr Vallehermoso. Desembolsó 450 millones de euros por dicha participación. La maniobra sí le ha valido en esta ocasión un asiento en el órgano rector de la quinta constructora del país.
La Mutua también está relacionada con el grupo que dirige la familia Entrecanales, aunque de forma algo indirecta. La compañía de seguros es propietaria de un 1,13% del Banco Santander, entidad financiera que respalda la adquisición de títulos de Endesa por parte de Acciona.
La Mutua basa su fuerza actual en carecer de deuda. No en vano, se trata de la primera aseguradora española por rentabilidad y solvencia. La compañía sigue una política de reinvertir las ganancias logradas con sus participaciones en renta variable en nuevas adquisiciones en el mercado. Sirva como ejemplo la venta de su 10% en Inmobiliaria Colonial a Inmocaral. La operación le aportó 300 millones de euros en plusvalías. Ese dinero contribuyó a la entrada en el capital de Sacyr, un desembarco que financió por completo con recursos propios.
A estas inversiones hay que añadir las operaciones efectuadas fuera del mercado, como la compra de la compañía de seguros de salud Aresa por 352 millones.
Desde la Mutua señalan que a pesar de las inversiones que se han realizado todavía disponen de 400 millones de euros en reserva, por lo que tampoco sería de extrañar que la entidad protagonizase nuevas operaciones corporativas a corto plazo.
Las ironías de la batalla energética que vive la Bolsa llevan ahora a la Mutua a estar vinculada a Repsol por tres frentes. Por un lado, en calidad de accionista de referencia de Sacyr Vallehermoso. Por otro, como propietario del intermediario financiero de la operación. El Santander respalda las aspiraciones de Luis del Rivero de hacerse con un 15% de la petrolera. Y por último, como socio de la propia compañía que preside Antonio Brufau. En marzo de 2004, Mutua Madrileña se hizo con un 29,5% de Autoclub Repsol, su filial de asistencia en carretera.