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CincoSentidos

Norman regresa a España

El nombre de Norman, uno de los grandes embajadores del deporte australiano, está asociado a una carrera empresarial única. A sus 51 años, aquejado de dolores musculares que le impiden jugar con regularidad, se ha centrado en dotar a sus empresas del máximo desarrollo.

Su carisma siempre ha funcionado como una garantía de éxito. Su imagen elegante ha dado la vuelta al mundo. El símbolo de sus empresas, en las que siempre aparece la silueta coloreada de un tiburón, prolonga el éxito de su carrera deportiva en la que ha conseguido 91 victorias en los cinco continentes, entre ellas los British Open que se apuntó en 1986 y 1993. Desde hoy y hasta el domingo Norman estará en el OKI Castellón Open de España Senior, que se celebra en Castellón.

Great White Shark Enterprise es una corporación multinacional con sede en Jupiter (Florida) y Sidney (Australia) enfocada al mundo del golf y a su estilo de vida. Greg Norman Golf Course Design es, desde 1987, una de las primeras empresas diseñadoras de campos de golf en todo el mundo. Greg Norman Turf Company se dedica, desde 1995, a las semillas y a cuidar el césped de no tan solo alguno de los mejores campos de golf del mundo, sino también de instalaciones tan emblemáticas como el estadio olímpico de Sydney donde se celebraron las ceremonias de inauguración y clausura de los Juegos Olímpicos de 2000, o plantar la hierba del estadio de Miami escenario de la SuperBowl de fútbol americano.

La lista de empresas del australiano es interminable: Greg Norman Collection, una división de Reebock International Ltd que comercializa su ropa, siempre con la imagen del tiburón. Greg Norman State Wines, con viñados en Australia y California. Greg Norman Australian Grille, cocina exótica en restaurantes elegantes en las que se ofrece comida australiana. Greg Norman Productions Company, Greg Norman Interactive Ltd..

Sus ojos claros, su cabellera rubia, contrastan con su piel morena y su sonrisa blanca y franca. Norman es un tipo accesible que sabe sonreír incluso cuando tiene que decir no. Norman renuncia a su pasado: 'Todo se lo debo a mis padres', que jamás imaginaron que su hijo sería capaz de aglutinar a tanta gente a su alrededor y a mover tantísimo dinero. 'Soy una persona muy intensa. Cuando consigo algo ya pienso en otra cosa. Me gusta arriesgar', dice mientras recuerda que comenzó a jugar con 15 años, mientras le hacía de caddie a su madre después de haber practicado el rugby y el fútbol australiano, dos de las grandes pasiones de su país.

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