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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Los mensajes del gobernador

El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, estrenó ayer su cargo en el Congreso de los Diputados, dentro de la ronda de comparecencias de altos cargos con motivo del análisis parlamentario de los Presupuestos para 2007. Situó el proyecto, condicionado en parte por la reforma del IRPF y del impuesto de sociedades, en un paisaje económico de euforia, en el que, pese a las subidas de tipos de interés, el crecimiento será superior al 3,6%.

Fernández Ordóñez mantuvo la línea crítica de su antecesor, Jaime Caruana, en el papel del Presupuesto en la política económica, advirtió del excesivo riesgo de deterioro de la competitividad por la acumulación de diferenciales de inflación y pidió una nueva vuelta de tuerca flexibilizadora a la normativa laboral. Pero, aun advirtiendo que habrá nuevas subidas de tipos de interés si se afianza la recuperación en Europa, restó importancia al endeudamiento familiar, hasta ahora uno de las recursos más utilizados por Caruana. En opinión de Fernández Ordóñez, las familias que están altamente endeudadas son un porcentaje relativamente bajo del total de hogares, y los colaterales de sus pasivos son el altísimo crecimiento de su riqueza patrimonial, proporcionado por la revalorización de los inmuebles. Además, recordó que casi dos de cada tres hogares carecen de deuda.

Al vicepresidente Solbes le pidió un nuevo esfuerzo para sanear las finanzas públicas, tratando de alcanzar un superávit más generoso que el 0,7% del PIB que recoge el Presupuesto. Un proyecto que contiene tintes expansivos por la vía de los ingresos, dado que con la reforma fiscal, cuyo padre es el propio Fernández Ordóñez, detrae unos 4.000 millones a la caja de Hacienda. En definitiva, una recomendación continuista y sensata, pero plagada de deberes: más reforma laboral, más flexibilidad de mercados para reducir la inflación subyacente y más ahorro público, con el fin de equilibrar el modelo de crecimiento y dar longevidad al ciclo de prosperidad más largo de la democracia.

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