Controvertida subida de tipos del BCE
El mercado descuenta una nueva subida de los tipos de interés, al 3,25%, en la reunión de hoy del BCE, y los sitúa en el 3,5% en diciembre. La autora analiza las circunstancias económicas que justifican estas alzas. La incertidumbre se cierne, en su opinión, en qué punto se situará el final del ciclo alcista
Hoy asistiremos a una nueva reunión del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) en la que decidirá efectuar una subida adicional de los tipos oficiales en la zona euro de otros 25 puntos básicos, hasta el 3,25%, tras el 3% en que los situó el pasado agosto. El mercado descuenta esta decisión con absoluta certeza, a tenor de lo que indican los tipos implícitos de la estructura temporal de los tipos de interés. También ve muy clara la subida hasta el 3,5% el próximo diciembre, atendiendo a los futuros sobre los tipos de interés a tres meses. Ahora bien, la incertidumbre se cierne sobre el 3,75% como valor de llegada del ciclo alcista de tipos, que inició el BCE en diciembre de 2005, y en cuanto a la fecha concreta en la que se alcanzaría tal nivel, si es que se alcanza...
Para tomar su decisión el BCE, además de disponer de información sobre los mercados financieros, como la comentada, también cuenta con un relevante conjunto informativo derivado de una batería de indicadores de tipo económico, que hemos conocido recientemente, con el objetivo explícito de controlar los riesgos que presionan al alza la inflación a corto, medio y largo plazo, dado que la estabilidad de precios constituye el único pilar de su política monetaria.
El Banco Central Europeo mantendrá hoy un tono elevado de su discurso y dejará la puerta abierta a más aumentos del precio del dinero
Por un lado, la inflación total anual en la zona euro ha sufrido un relevante descenso en septiembre, situándose el dato preliminar en un 1,8% -por debajo del objetivo del 2% del BCE- respecto al 2,3% observado en agosto. Es un descenso mucho más acusado en el caso de Alemania, en el que la inflación armonizada ha disminuido a un 1,1%, según el dato preliminar de septiembre tras el 1,8% que registró en agosto.
Detrás de estos importantes descensos se encuentra el desplome del precio del crudo, que de los 77 dólares por barril de Brent a principios de agosto se sitúa actualmente próximo a 60 dólares, mostrando también los precios futuros unas expectativas en torno a estos valores más bajos, lo que contribuirá a seguir moderando las presiones inflacionistas. La inflación subyacente se moderará nuevamente en septiembre, situándose en un 1,3% respecto al 1,5% observado en agosto, beneficiándose también de los menores precios del petróleo.
Por consiguiente, ante esta situación el BCE va a tener más difícil en esta ocasión justificar la nueva subida de tipos en base al único pilar de su política monetaria. No obstante, este relevante descenso no ha constituido ninguna sorpresa pues era esperado y, además, según nuestras previsiones, la inflación total volverá a repuntar a finales de año y en el primer trimestre de 2007 a valores en torno al 2%, debido entre otros factores al impacto inflacionista derivado del aumento del IVA en Alemania, factor al que el BCE otorga bastante importancia en sus comunicados.
Por otra parte, el BCE justificará su decisión de elevar los tipos apoyándose también en el sólido crecimiento económico de la zona euro, a tenor de la estimación del PIB para el segundo trimestre de 2006, situada en el 2,6%. Además de sólido, este crecimiento es homogéneo, dado que caracteriza a todos los países miembros, con perspectivas favorables, tal y como anticipan todos los componentes del indicador de confianza económica de la zona euro y del IFO alemán, y corroboran los diferentes indicadores de actividad industrial, sector exterior y consumo privado.
Adicionalmente, la oferta monetaria de la zona euro ha vuelto a repuntar en agosto, rompiendo la tendencia a la baja que inició en junio, y aunque el crédito a los hogares ha descendido, precisamente por los tipos de interés más elevados, el crédito a las empresas continúa aumentando, situándose entre uno y cinco años cercano al 20% anual. Lo cual ratifica a su vez las favorables expectativas que arrojan los diferentes indicadores de confianza.
Basándose en toda esta información, el BCE mantendrá un tono elevado de su discurso y dejará la puerta abierta a más subidas, aunque teniendo muy presente, al igual que preocupa a los mercados, la débil evolución del consumo privado, sobre todo en Alemania, y la apreciación del tipo de cambio, más acusada con la anticipación de la desaceleración de la economía estadounidense, que además ha sido más intensa de lo esperado inicialmente.
Rebeca Albacete Sánchez-Mateos, economista para Europa y España de Intermoney