El retraso del Airbus cuesta 2.800 millones a EADS
El consorcio EADS desveló finalmente ayer que su proyecto estrella, el Superjumbo A-380, se retrasará un año más, lo que supone un impacto en el beneficio operativo de 2.800 millones hasta 2010 y obliga al grupo a ejecutar un plan de ajuste significativo.
El consejo de administración del gigante europeo de la aeronáutica EADS desveló ayer, tras días de rumores, los detalles concretos tanto del nuevo retraso en el lanzamiento de su proyecto estrella, el A-380, como del severo plan de ajuste aprobado para tratar de superar la crisis que atraviesa el grupo, lastrado por la situación de su filial Airbus.
Así, según el nuevo calendario oficial, el primer A-380, el mayor avión comercial del mundo, no se entregará hasta octubre de 2007, prácticamente un año después de la fecha anunciada el pasado mes de junio. En total, el proyecto acumula ya un retraso global de dos años. Airbus entregará 12 aparatos más en 2008, 25 en 2009 y otros 45 en 2010, año en el que esperan haber completado el despegue industrial del Superjumbo.
El nuevo retraso, el tercero en 16 meses, supondrá un recorte de 2.800 millones de euros en el beneficio operativo del grupo hasta el mencionado ejercicio. Este mismo año, el impacto negativo sobre las cuentas será de 1.100 millones, reduciéndose a 700 millones en 2007.
Además, Airbus aumentará sus necesidades de financiación, lo que reducirá los flujos de tesorería de EADS previstos en el programa del A-380 en 6.300 millones entre 2006 y 2010.
Las estimaciones incluyen una provisión de 600 millones por la probable anulación de contratos por parte de las aerolíneas compradoras.
Para contrarrestar los costes del nuevo retraso, recuperar competitividad y hacer frente al debilitamiento del dólar, el consejo de EADS aprobó también un plan de ajuste y eficiencia (Power8) con el que pretende lograr un recorte de gastos anual de 2.000 millones de euros a partir de 2010, con un ahorro acumulado de 5.000 millones adicionales en efectivo en el periodo 2006-2010.
El plan también pretende reducir en dos años el ciclo de producción de los nuevos aparatos e incrementar la productividad total un 20%.
El consejero delegado de Airbus, Christian Streiff, también confirmó que se revisarán las ubicaciones concretas de cada producción de Airbus en Europa para impulsar la concentración de tareas así como la externalización de determinados servicios.
Según Streiff, el nuevo retraso no ha supuesto la cancelación de ninguno de los actuales 159 pedidos. Sin embargo, Emirates, el principal cliente, advirtió de que revisará 'todas sus opciones'.
El consejo de EADS también acordó llevar a cabo una investigación independiente de las causas que han dado lugar a los retrasos, y que incluirá las posibles responsabilidades de los directivos encargados del programa. El grupo aclaró que, en este punto, y una vez concluida la investigación, se reserva 'todos los derechos', lo que abre la puerta a nuevos ceses en la compañía.
Las acciones de EADS en la Bolsa de París, su principal mercado, se revalorizaron un 1,12% y cerraron la sesión a 22,65 euros, antes de que el consejo del grupo detallara sus nuevos planes. En lo que va de año, los títulos de la compañía han caído un 29%, al calor de la crisis en Airbus.
Industria quiere que España gane poder en la firma
El ministro de Industria, Joan Clos, confirmó ayer el deseo del Gobierno español de aumentar su actual participación en EADS. 'Pero no necesariamente en el tema de la participación de capital y sí en la toma de decisiones', afirmó en el Congreso de los Diputados, tras comparecer ante la Comisión de Industria.Según explicó, al Ejecutivo le gustaría estar en un 'posicionamiento claro' en el consorcio para apoyar la industria aeronáutica nacional. 'No renunciaremos a ser activos pase lo que pase', subrayó Clos, que, sin embargo, aclaró que un incremento de la actual participación española del 5,5% en el consorcio está condicionado a que la relación coste-beneficio 'sea razonable'.Sobre la toma de decisiones en la empresa, el ministro admitió que, actualmente, hay 'un sistema relativamente complicado'. 'Quizás en el futuro habría que ir simplificándolo, para ver si la vamos convirtiendo, cada vez más, en una empresa más estandarizable en términos de competencia internacional', añadió. Con los estatutos actuales del consorcio europeo, sólo los dos accionistas principales, la alemana DaimlerChrysler y la francesa Sogeade, tienen derecho de voto para elegir a los miembros del consejo, informa EP.Según adelantó Cinco Días, el Gobierno pretende que España controle más del 10% del consorcio.En su comparecencia, Clos también anunció la puesta en marcha de un Plan aeroespacial global, que aunará las actuaciones que desarrolla el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) en relación al sector aeronáutico, tales como programas cualificados civiles, el Programa Nacional de Aeronáutica y actuaciones especiales en proyectos de carácter estratégico, como el proyecto de la Fundación para la Investigación, Desarrollo y Aplicación de Materiales Compuestos (Fidamc).