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La opinión del experto

Más allá de los temas de trabajo

José Medina asegura que tan importante como recabar datos sobre conocimientos y cualificación de los candidatos es recoger datos sobre sus vivencias e inquietudes personales

Un antiguo maestro, de quien aprendimos mucho y nunca lo suficiente, solía decir que en la selección, el protagonista es la empresa. Tenía razón. En una entrevista de selección se explora la carrera, experiencia y capacidades del candidato, así como sus actitudes, motivos e intereses, pero siempre enfocados al desempeño eficaz del puesto que nos encargan cubrir. Por el contrario, en la entrevista de asesoramiento integral a un directivo, el protagonista es la persona. Cara a cara y cuerpo a cuerpo con el individuo, no sólo profundizamos en su carrera y en su vida, sino que, durante el proceso, le ayudamos a identificar experiencias de su infancia, familia, estudios y paso por empresas, que le aportan mayores conocimientos de sí mismo como profesional y como persona. Exploramos con él patrones de comportamiento en diferentes contextos, aparentemente inconexos, pero que al relacionarlos le ayudan a conocerse mejor como ser humano y a integrar mejor sus experiencias. En este marco, recientemente, entrevistamos a un directivo, con carrera ascendente y de éxito en una multinacional. Durante la entrevista nos describía su pasado, expectativas, problemas, ilusiones, ambiciones y metas que tenía por delante.

De joven suspendió en Bachillerato y tuvo que ir a Formación Profesional, sin opción en principio a una carrera universitaria. No obstante, logró encauzar su carrera hacia los estudios superiores y obtuvo su licenciatura en Ciencias Económicas. Por otra parte, perdió más de un año de estudios universitarios por un serio problema de columna. La única rehabilitación efectiva era la natación. No sólo superó su problema físico, sino que terminó siendo campeón universitario en cien metros estilos.

Tras escuchar estos eventos, le invitamos a que intentara explorar e identificar patrones de comportamiento que le hubieran ayudado en otras situaciones. Así lo hizo, para descubrir que, en momentos difíciles de su vida, era una persona incombustible, con una enorme tenacidad y fortaleza. Donde otros abandonaban, él perseveraba. Ante el aparente fracaso, siempre reaccionaba poniendo en juego todas sus fuerzas y recursos hasta superar la dificultad. Era una especie de Ave Fénix, capaz de resurgir y levantar el vuelo a partir de sus propias cenizas. Como el personaje de Molière, hablaba en prosa y muy bien, pero no era completamente consciente de ello.

En la entrevista de selección se suele hacer hincapié en el perfil duro de la persona (experiencia y conocimientos) y así debe ser. Pero esto es sólo condición necesaria, no suficiente, para poder predecir el éxito en el puesto. De la descripción que el candidato hace de su carrera, se suele aprovechar poco la gran cantidad de información que proporciona, deliberadamente o no, de su mundo subjetivo en forma de opiniones, tono, lenguaje no verbal y otros aspectos. Todo esto constituye una información muy valiosa sobre su perfil suave de intereses, motivos y actitudes ante el trabajo, las personas, la carrera y su propia vida.

Tan importante o más que la descripción de la carrera y experiencias de una persona es cómo las percibe y las canta. En la entrevista de selección se presta, como debe ser, atención a la letra y a la partitura, pero no tanto a la música y a si ésta suena armónicamente con la letra o si a veces distorsiona. En esta música se esconden a veces en clave muchos de los motivos, intereses y valores del ser humano.

Durante la entrevista de asesoramiento integral se puede ayudar mucho a la persona, en este orden, a abordar su situación, o lo que le preocupa, con buena disposición emocional, optimismo y talante ganador. También a generar y obtener información válida sobre su situación o problema. Así como a conocer y valorar su situación actual, las opciones que tiene y las que puede generar y valorar esas opciones, decidirse por una y empezar a actuar. Es una ocasión para comprometerse racional y emocionalmente hasta alcanzar los resultados. Y una excusa para mejorar en su satisfacción personal, profesional, familiar y en su vida. Por último, es de utilidad para hacer seguimiento de todo ello. En líneas generales, se le ayuda a generar alternativas y oportunidades en su carrera y en su vida, y a tomar iniciativas sobre ellas, así como a identificar en sí mismo cualidades y puntos fuertes de los que no era consciente, o los tenía diseminados o inconexos en su experiencia vital y que constituyen patrones de personalidad y de comportamiento estables y permanentes en diferentes trances de la vida. Esto fortalece mucho la seguridad y confianza en sí mismo.

El marco formal de la entrevista, constituido por datos y eventos del mundo consciente, objetivo y racional de la persona, es como la punta de un iceberg. Sólo un onceavo asoma por encima de la superficie del agua y de la mesa en que entrevistamos. Por debajo se hallan las vivencias, sentimientos, esperanzas, miedos e ilusiones de la persona, que son mundos profundamente subjetivos y únicos para cada uno de nosotros. Es un campo en el que con frecuencia hacemos menos pie y en el que residen no sólo los factores predictivos del éxito en el puesto y en la carrera, sino también las pistas y claves del mejor autoconocimiento y desarrollo integral de la persona como ser humano. La entrevista de asesoramiento integral nos permite profundizar en todo este campo, y es una ayuda inestimable para la persona en su carrera, en su crecimiento y en su vida.

José Medina. Presidente de Ray & Berndtson

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