La jefa del departamento jurídico de HP dimite por el caso del espionaje
La crisis del espionaje en Hewlett-Packard provocó ayer la dimisión de Ann Baskins, jefa del departamento legal de la empresa. Tras su renuncia eludió testificar ante la comisión del Congreso que investiga el caso. La ex presidenta repitió a los legisladores que desconocía que la investigación era ilegal.
Con la salida de Baskins son ya cinco los miembros de HP que dejan la compañía a raíz del escándalo del espionaje sobre consejeros y periodistas con técnicas presuntamente ilegales para descubrir al filtrador de noticias a la prensa. Una vez presentada su renuncia a la empresa en la que ha estado 24 años, Baskins, se acogió a la quinta enmienda para evitar declarar ante la comisión del Congreso que estudia el escándalo de la empresa.
No fue la única que enmudeció en la cita con el Congreso. Estaba previsto que los investigadores del caso hablaran y ninguno lo hizo.
Quien si habló fue la ex presidenta de HP, Patricia Dunn, quien, además de decir que nunca dudó que lo que la empresa investigadora hacía fuera ilegal, intentó diseminar la responsabilidad de esta investigación. Dunn dijo que había hablado con los consejeros y con el consejero delegado, Mark Hurd, sobre la investigación y siempre tuvo la clara impresión de que todos estaban satisfechos y que los métodos eran apropiados.
Además explicó que por indicación del financiero y consejero, Robert Wayman, había acudido para iniciar esta investigación a los servicios de Ronald DeLia, quien había trabajado con HP en previas ocasiones durante la pasada década. Según Dunn, DeLia le aseguró que los datos sobre los consejeros 'se obtenían de forma legal'. La realidad es que se usó una técnica llamada 'pretexting' que consiste en engañar a las telefónicas diciendo que se es otra persona para obtener sus datos.
El abogado externo de la empresa, Larry Sonsini, dijo ante el comité que éste es un terreno jurídicamente vago.
Dunn pasó parte de la responsabilidad a Hurd al asegurar que cuando se envió un email con trampa a una periodista para poder seguir la pista, quiso que fuera la dirección, Hurd, quien tomara una decisión aunque ella no sospechaba que fuera ilegal.
Hurd no había testificado al cierre de esta edición pero en sus declaraciones preparadas afirmaba que él sabía de la investigación pero no estaba involucrado en ella.
Lo de Nixon en el Watergate era un juego de niños
'Tenemos unos testigos de HP para hablar de una operación de fontanería que haría enrojecer a Richard Nixon', dijo el representante demócrata John Dingell. La sesión de la comisión parlamentaria comenzó con la bronca de los legisladores que la componían y que aumentaban su enfado según los testigos se acogían a la quinta enmienda. Dunn dijo que HP se vio en la necesidad de investigar las filtraciones. Para Dingell, es un caso de libro 'en el arte de la decepción, la falta de honestidad y el comportamiento posiblemente ilegal'.