'No te puedes quedar atrapado en el éxito'

El encuentro con este empresario se hizo esperar. Previamente a la entrevista, fue obligatorio mantener una conversación de más de una hora con dos de sus directivos. Una vez realizada esta primera aproximación, y tras otros diez minutos de espera y la salida y entrada de varios de sus colaboradores, aparece en la habitación de un hotel madrileño Vijay Eswaran, nacido en Malasia hace 45 años. Su estancia en España esta semana, entre otras razones, está justificada por la celebración del Campeonato Mundial de Badminton, deporte del que es patrocinador. El Grupo QI es una empresa de comercio electrónico que cuenta con un abanico de productos que van desde el oro, la numismático, el coleccionismo, la formación y el turismo. Además, es autor de varios libros como En la esfera del silencio, en el que descubre su fórmula para lograr el éxito.

¿Podría resumirnos la receta para triunfar en el mundo de los negocios?

Si sólo hubiera un secreto alguien lo hubiera encontrado. El secreto real es que cada persona debe encontrar su propia receta. El problema no está en el éxito por sí mismo. Lo más peligroso es ser exitoso la primera vez. Es mejor fallar porque es la mejor manera de aprender. Porque lo importante, da igual si triunfas o fallas, es siempre aprender en el camino. Igual de malo que fallar es quedarse atrapado en el éxito. Yo defino todo este proceso como si fuera una montaña o un valle. Es necesario dejar el valle para atravesar la montaña. Para mí son igual de bonitos el valle que la montaña. Habitualmente salgo de uno y entro en otro. La montaña ahora mismo la tenemos altísima y veremos si llegamos a la cima.

'El pasado es muy importante porque, si sabemos de dónde venimos, sabremos muy bien dónde vamos'

'Lo que nos mantiene unidos es un único motor, nuestra visión y filosofía de empresa, que no es otra cosa que superarse a sí mismo para ayudar a la humanidad'

¿Cree que existe mucha diferencia entre las empresas asiáticas y occidentales?

Creo que las unas pueden aprender de las otras. En Europa todavía se trabaja en islas y es posible que no se conozca el nombre del vecino que se tiene al lado. Es algo cultural. Deberían aprender a trabajar más con la gente. La gran fortaleza de las empresas europeas es la organización, pero ponen demasiadas barreras. En España la situación es distinta porque es la entrada a Sudamérica y Centro América. Hubo un tiempo en que España dominaba el mundo y eso hay que tenerlo en cuenta. El pasado es muy importante porque si sabemos de dónde venimos, sabremos muy bien a dónde vamos. Asia tiene cultura e historia, y es necesario que hagamos uso de todo ello.

En Europa existe cierta preocupación empresarial ante los mercados emergentes asiáticos.

No me extraña. Dos terceras partes de la población están en Asia. Europa es buena construyendo fronteras, pero en estos momentos es absurdo hacerlo con el fin de parar la globalización. ¿Por qué no nos aprovechamos de ello? Si no los puedes ganar, únete a ellos. Afortunadamente las nuevas generaciones van a tener menos problemas de comprensión con este tipo de diferencias, debido a que internet y el comercio electrónico lo ha cambiado todo.

¿Las empresas tienen que ir hacia una corriente más humanista?

Llevo más de 13 años fuera de Asia y paso mucha parte de mi tiempo fuera de ahí. He vivido siete años en Estados Unidos y puedo decir que ya existen desde hace muchos años empresas volcadas totalmente en las personas. Por ejemplo, la cadena de hipermercados Wal-Mart está muy focalizada en sus empleados. Recientemente, he leído que el presidente de la compañía, siendo millonario, conduce su propio coche. Están preocupados porque sus trabajadores adquieran poder. Las empresas nos preocupamos de la gente porque nuestro éxito depende de las personas.

¿Y usted cómo cuida a sus empleados?

Tendría que empezar a hablar de los 11 directores que tenemos, que son de siete nacionalidades diferentes, y sólo comenzando por la dirección puedo decir que nuestro perfil es totalmente internacional. Nuestra gente está igualmente diversificada, pero unida por una filosofía. Vivimos diferentes experiencias, culturas, especialidades y niveles sociales, y lo que nos mantiene unidos es un único motor, la visión y filosofía de la compañía, que no es otra cosa que superarse a sí mismo para ayudar a la humanidad. Además están bien remunerados.