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Lunes de los fondos

El auge de la renta fija

Algunos inversores con un conocimiento limitado de los mercados financieros acusan a la renta fija de aburrida, pero están tremendamente equivocados, como bien podrían asegurarles los gestores de fondos que invierten en bonos. Indudablemente, comprar una letra, un pagaré o un bono y esperar a su vencimiento mientras vamos cobrando puntualmente el importe de los cupones puede resultar aburrido, además de conllevar un riesgo muy reducido, en especial si son bonos emitidos por Gobiernos de países desarrollados o de grandes y sólidas compañías.

La situación es muy diferente si lo que tenemos es una cartera de bonos que se compran y venden habitualmente como es el caso de los fondos de inversión. Así lo podrán atestiguar muy bien aquellos inversores que tengan fondos de inversión de renta fija este año, en particular los de medio y largo plazo. La razón es que los bonos cotizan y tienen variaciones en sus precios, en ocasiones muy significativas, aunque no lleguen normalmente a la violencia de las acciones.

Durante el transcurso de este año hemos registrado numerosos meses en los que los fondos de renta fija han presentado pérdidas moderadas. De esto no se han librado ni siquiera los fondos que pertenecen a las categorías de renta fija de referencia en el mercado español, como los bonos zona euro o bonos en euros en sus diferentes plazos: corto, medio y largo. Ello, con el agravante de que además de ser los fondos en los que los inversores españoles tienen más dinero invertido, son los que en principio tienen menos riesgo y menor volatilidad.

Esta situación no es anormal en absoluto y se produce con cierta frecuencia, en especial en la de largo plazo, ya que se ve afectada en mayor medida por aquellos factores que influyen en el precio de los bonos, como tipos de interés, inflación, evolución macro, etc. Así, en los ocho primeros meses transcurridos del presente año, la rentabilidad media de los fondos disponibles a la venta en España, pertenecientes a la categoría renta fija euro, cae un 0,33%.

Sin embargo, existen fondos de renta fija que presentan un riesgo mucho más elevado que el de los que invierten en deuda pública de calidad en euros. Estos son precisamente los bonos que no tienen tanta 'calidad', entendida como la capacidad de las entidades que los emiten para hacer frente a la devolución del principal del bono más sus intereses. Por este pequeño inconveniente los intereses o cupones que pagan los emisores de estos bonos puede ser bastante o mucho mayor que el de los bonos del Tesoro estadounidense, por ejemplo. En este tipo de renta fija encontramos fundamentalmente dos tipos: los bonos o deuda de gobiernos de países emergentes y los bonos high yield o de alto rendimiento de compañías que las agencias califican de manera baja, es decir que hay un riesgo de impago mayor. Ambos son bonos de alto rendimiento, en el sentido que apuntábamos de que ofrecen cupones más cuantiosos. Pues bien, el comportamiento de los fondos que invierten en estos bonos se asemeja más a un fondo de renta variable que a un fondo monetario o de renta fija a corto plazo por ejemplo. En realidad, existe una correlación de estos bonos con los mercados de renta variable, aún mayor todavía en el caso de los bonos emergentes. Así, durante el ciclo fuertemente alcista de bolsa que hemos disfrutado en los últimos tres años, hasta la corrección de mayo, no debiera sorprender que estos fondos de renta fija de alto rendimiento hayan proporcionado rentabilidades jugosísimas, por lo que han atraído a más inversores.

El escenario de crecimiento económico global, inflaciones contenidas y precios de las materias primas disparados han sido en realidad una situación idílica para estos fondos, en particular los emergentes. Ello ha conducido a que la situación financiera de los países emisores de esta deuda se encuentre en un estado de salud envidiable en muchos casos. El resultado es que el diferencial de rentabilidad que han de pagar con respecto a bonos de referencia, como son los del Tesoro de EE UU, se haya reducido sustancialmente hasta llegar a niveles históricamente bajos. La consecuencia final de ello, es una bajada de las rentabilidades ofrecidas por estos bonos, que, por el efecto contrario que esto tiene en los precios, ha terminado proporcionando excelentes ganancias. Desgraciadamente, los últimos tiempos no le han sido favorables y, como se podría esperar, las pérdidas han sido significativas en ocasiones y claramente más elevadas que la de los fondos de bonos de la zona euro.

Hay que contar con la divisa

¦bull; La pérdida media de los fondos de renta fija emergente global en España en lo que va de año se eleva al 1,66%, en parte penalizada por la depreciación del dólar con el euro.¦bull; Tras un par de meses malos, consiguió recuperarse en agosto como el resto de la renta fija y de los mercados bursátiles.¦bull; El diferencial de rentabilidad, después de llegar a cerca de 240 puntos básicos a finales de junio, ha vuelto hacia el nivel de sus mínimos históricos por debajo de los 200 puntos.

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