La CE ataca el veto a la reventa de Endesa mientras lo acepta en Ruhrgas
En su análisis preliminar sobre la resolución de la CNE a la opa de Eon, Bruselas critica los poderes que el regulador se confiere para hacer cumplir las condiciones que impone a la opante. Así, ataca el derecho de la CNE para vetar la compra de Endesa por un tercero, cuando es un derecho idéntico al que se otorgó el Gobierno alemán sobre la filial de Eon, Ruhrgas, y al que la Comisión Europea jamás ha mostrado su oposición.
La misiva remitida por la Comisión Europea al Gobierno español argumentando la ilegalidad de la resolución de la CNE sobre la opa de Eon hace especial hincapié en las condiciones relativas a los poderes de decisión del regulador energético. Estas se establecen en las seis últimas condiciones del dictamen, sobre un total de 19, e intentan esencialmente evitar que, en el plazo de 10 años, la primera eléctrica española caiga en manos de un tercero que pueda poner en riesgo el suministro energético en España.
Así, una vez bajo control de Eon, la compra de más de un 10% del capital de Endesa o de algunos de sus activos requerirá la autorización previa de la CNE. Otro tanto se aplicará si un tercero adquiere directa o indirectamente más del 50% del capital de Eon o los derechos de voto equivalentes. Esta prevención no es más que una copia, tal como reconoce la propia Comisión de la Energía, del derecho de autorización previa que el Gobierno alemán se arrogó sobre Ruhrgas tras la fusión de ésta con Eon en 2002.
Pese a la polémica desatada, especialmente tras la opa de Eon a Endesa, la Comisión Europea se ha resistido a pronunciarse sobre la acción de oro de una filial que, pese a su valor estratégico (es el operador y principal comercializador de gas alemán, propietario de los contratos de suministro firmados con Rusia), no es más que un tercio del negocio de Endesa.
La acción de oro de Endesa hace ilusoria la libertad de capitales, según la CE
Por contra, la protección frente a terceros que la CNE ha establecido en su dictamen, es atacada con contundencia por la Comisión Europea en su carta al Gobierno. Apelando a la jurisprudencia comunitaria, Bruselas considera que las medidas que puedan impedir la compra de acciones empresas y disuadir a inversores de otros Estados miembros de realizar inversiones directas 'pueden hacer que la libre circulación de capitales sea ilusoria'. La potestad de la CNE de revisar su autorización en el caso de que un tercero compre más de la mitad del capital del grupo alemán 'puede disuadir a inversores potenciales de realizar inversiones directas en Eon', según la CE.
Inseguridad jurídica
Bruselas critica también el que el incumplimiento de uno de los requisitos invalide el resto pues entiende que, tal como está redactada la resolución, podría implicar que cualquier violación (incluso mínima) pueda acarrear la revocación de la autorización a Eon.
Asimismo, considera que la obligación que se impone al consejo de Eon para que evite adoptar decisiones estratégicas 'que puedan afectar negativamente a la garantía de suministro energético en España' es contraria 'al principio de seguridad jurídica'. La facultad discrecional de la CNE podría 'reducir a la nada' la libre circulación de capitales, concluye la misiva.
El Deutsche Bank se sienta en el consejo de supervisión de Eon
La carta remitida por Bruselas al Gobierno el 21 de agosto ya recoge como tercer accionista de Endesa al Deutsche Bank, que había comunicado sólo cuatro días antes a la CNMV que poseía el 5,2% del capital de la eléctrica.Pese a su papel de asesor de Endesa tras la opa que Gas Natural le lanzó hace un año, y a que es uno de los avalistas de la oferta de Eon, la entidad alemana se ha cuidado de subrayar que se trata tan sólo de una participación financiera. También se ha cuidado, en este caso de no airear, que se sienta en el consejo de vigilancia de Eon, órgano que decide los planes estratégicos. El representante del Deutsche en Eon es Rolf Breuer, presidente del consejo del banco.