Frank Quattrone cierra el mejor acuerdo de su vida
Tras casi cinco años de procedimientos judiciales, Frank Quattrone, ex analista de Credit Suisse First Boston (CSFB), dejará de ser un habitual en los juzgados del sur de Manhattan. Es más, puede que se le vea en un vecindario cercano al del palacio de Justicia y en el que ya es conocido: Wall Street.
Sus abogados y la fiscalía firmaron ayer ante el juez George Daniels un acuerdo por el que se evita repetir por tercera vez un proceso por obstrucción a la justicia, crimen del que fue acusado durante la investigación abiertas por los presuntos fraudes en la colocación en Bolsa de empresas de internet a fines de los noventa y 2000.
Quattrone, artífice de la OPV de Amazon y Cisco, fue juzgado en 2003, pero el jurado (inclinado a culpabilizarle) no llegó a un veredicto unánime y hubo que repetir el proceso. Esa segunda vez, en 2004, Quattrone fue declarado culpable haciendo útil la única prueba de la fiscalía. Se trataba de un e-mail pidiendo a sus subordinados que destruyeran papeles mientras se investigaba a CSFB por los acuerdos a los que él había llegado. 'Limpien las carpetas', decía este correo que según el analista reflejaba la política de retención de documentos de la empresa.
El veredicto le habría valido 18 meses de cárcel pero recurrió y en marzo la apelación se resolvió a su favor abriendo la puerta al tercer juicio.
En estos años, dos de los abogados de la fiscalía han abandonado sus puestos. Además, el revés del recurso (por defecto de forma) ha puesto de manifiesto lo endeble de las pruebas y la fiscalía ha optado por el pacto.
El acuerdo prescribe que los cargos contra Quattrone se archivarán si no contraviene la ley durante un año. Ello unido a que la NASD (la asociación de corredores de Bolsa) ha renunciado a acusarle de gestión ilícita durante las OPV y la SEC le deja volver a su trabajo, permite que Quattrone, de 50 años, retome su vida profesional.
Y así lo quiere. 'Mi plan es volver a mi carrera en los negocios', dijo ayer a la salida del palacio de Justicia con la misma sonrisa que ha mantenido en público estos años. Quattrone, uno de los artífices de los mejores acuerdos en Wall Street durante años, ha probado que sigue valiendo porque el de ayer se califica como el pacto más importante de su vida.
No obstante, aunque tiene muchos contactos y 50 ejecutivos firmaron una carta pidiendo clemencia por él, es difícil que la banca de inversión, que tanto ha hecho y pagado por limpiar su imagen, le abra la puerta y mucho menos le pague los 120 millones de dólares que cobró en 2000.
El único perseguido penalmente
Frank Quattrone ha sido el único analista perseguido penalmente por los escándalos de las colocaciones en Bolsa. Tras la explosión de la burbuja y los escándalos empresariales se investigó si en las OPV de empresas con alto potencial de revalorización se desviaron acciones por parte de la banca de inversión para empresarios a cambio de negocios.Quattrone fue investigado pero sólo se le pudo procesar por obstruir a la justicia. En enero de 2002, su banco, CSFB, pagó 100 millones de dólares para evitar una acusación de 'prácticas abusivas en las OPV'. Hasta que el fiscal de Nueva York y la SEC cerraron un acuerdo global con la banca, aquél fue el pacto más caro. CSFB dijo que no había evidencias de que Quattrone hiciera algo malo pero le dejó en excedencia y éste se fue dos meses después.