La autocartera del Ibex crece el 42%
Las empresas del índice gastan 2.200 millones en acciones propias, con Telefónica, Altadis, ACS y Sacyr a la cabeza
Compraría usted acciones de una empresa si supiera que ésta lo hace? ¿Vendería si tuviera noticia de que la empresa se está desprendiendo de sus propios títulos? La recompra de acciones propias o formación de autocartera depara información relevante para el inversor. No obstante, los expertos creen que no siempre se deben emular los movimientos de los gestores, ya que en este caso suele haber motivaciones más allá de ganar dinero con la fluctuación de los títulos.
Desde enero las compañías del Ibex 35 han pisado el acelerador en la formación de autocartera, al aumentar en un 42% la proporción de capital que está en sus propias manos. Ha pasado del 0,73% del capital social a cierre de 2005 hasta el 1,04% actual. El número de acciones adquiridas tiene actualmente un precio de mercado cercano a los 2.200 millones de euros.
El fin más común de la recompra de acciones propias o formación de autocartera ha sido, tradicionalmente, servir como medio indirecto de remuneración, ya sea amortizando los títulos comprados o regalándolos de vuelta a los accionistas. Pero es un instrumento que cada vez se utiliza en mayor medida y para más fines. Sostener la cotización en momentos de debilidad, dar liquidez a un valor, servir de escudo antiopas, dar entrada a nuevos inversores, financiar operaciones o cumplir con programas de stocks options o bonos convertibles son algunas de las utilizaciones más comunes de la autocartera.
En 2005 se compraron y vendieron acciones por valor de 22.692 millones
ACS y Sacyr son, sin tener planes de recompra, dos de las empresas más activas
Telefónica es la compañía que más se ha gastado este año en la compra de títulos propios. A finales de 2005 declaraba una autocartera 136,64 millones de acciones, equivalentes al 2,77% de su capital social. En la actualidad las reservas de la operadora, según los registros de la CNMV, ascienden a 239,5 millones de acciones, paquete que supone el 4,86% del total.
Con la compra 102,93 millones de títulos Telefónica ha llevado su autocartera al límite legal situado en el 5% del capital. La voracidad de la teleco tiene una explicación: pagar la fusión con Telefónica Móviles. Tras comprar la británica 02 con un pago en efectivo se convirtió en una de las compañías más endeudadas del sector, al ascender sus deuda financiera a 54.922 millones de euros.
Con este apalancamiento, y con inversores y agencias de calificación en guardia, Telefónica no podía pedir más dinero para recomprar el 7,5% de su filial por lo que, como ya hiciera al absorber Terra, tuvo que recurrir al intercambio de acciones. La operadora ha ofrecido cuatro acciones propias por cada cinco títulos de Móviles. Al repartir 244,3 millones de títulos en este canje la compañía volverá a poner a cero el contador de su autocartera y habrá que ver qué ocurre a partir de entonces con su programa de recompra de acciones. La compañía tenía un plan para adquirir títulos propios por 4.000 millones que abarcaba el periodo 2003 y 2006; sin embargo, el pasado año decidió renovar este compromiso por un total de 6.000 millones y extender su ejecución hasta 2007. Desde que César Alierta está al frente de Telefónica la compañía ha recomprado más del 12% de su capital.
Tras Telefónica, la segunda compañía del Ibex más activa en la adquisición de títulos propios -y la más compradora en relación a su tamaño- es Altadis. La tabacalera se ha hecho con 10,17 millones de acciones desde enero, elevando su autocartera hasta el 4,9% de su capital (a 31 de diciembre pasado era de tan sólo el 1,08%). A principios del pasado mes de junio, la junta general de la compañía aprobó la amortización de los 13,1 millones que la compañía tiene en autocartera en un plazo máximo de seis meses.
Las constructoras también se están destapando como compañías proclives a los movimientos con acciones propias. La peculiaridad, en su caso, es que no han anunciado programas de recompra ni parece que vayan a amortizar o repartir sus títulos como vía para remunerar a sus accionistas. ACS, por ejemplo, declaraba no tener ni una acción propia en autocartera al cierre del pasado ejercicio y ahora, tras gastarse casi 250 millones de euros, reconoce disponer del 2,12% de su capital (equivalente a 7,4 millones de acciones). Algo similar ocurre en el caso de Sacyr Vallehermoso. La compañía que preside Luis del Rivero ha desembolsado cerca de 130 millones para elevar sus reservas de acciones propias del 0,91% de diciembre al 2,53% actual.
Después de las constructoras, la empresa que más ha reforzado su autocartera ha sido Indra. La compañía tecnológica, inmersa en plena compra de Soluziona a Unión Fenosa, se ha hecho en lo que va de año con 1,65 millones de títulos, que tienen un valor de mercado próximo a los 26 millones de euros, para reforzar su autocartera del 1,58% al 2,71%. Completan la lista de compañías que han reconocido a la CNMV compras de autocartera en lo que va de año BBVA, Red Eléctrica, Banco Santander y Fenosa.
Por el contrario, entre las empresas que han reducido el nivel de títulos propios en cartera en 2006 destacan Fadesa, Bankinter y Arcelor. El caso de la siderúrgica es llamativo puesto que en mayo, cuando aún batallaba por impedir el éxito de la opa de Mittal Steel, se comprometió a elevar su autocartera al 10% (máximo permitido por la legislación luxemburguesa donde tiene su sede social) en un plazo de 18 meses. Teniendo en cuenta que cuando anunció este plan ya tenía 17 millones de títulos en autocartera, ello implicaría la adquisición de 47 millones de títulos más por un valor de mercado en ese momento de 1.500 millones. El acuerdo amistoso con Mittal ha puesto fin a estos planes.
Movimientos difíciles de seguir
En España la Ley de Sociedades Anónimas permite a las compañías disponer de acciones en autocartera siempre que éstas no superen en ningún momento el 5% del capital social. Por su parte, la obligación de las empresas de informar sobre la compra de títulos propios está regulada por el Real Decreto 377/1991 sobre comunicación de participaciones significativas. Este texto establece que las sociedades cotizadas sólo tienen la obligación de comunicar los cambios en su autocartera cuando supongan un incremento del 1% y en el plazo de siete días hábiles desde esta variación.
Las asociaciones de minoritarios creen que estos límites son demasiado laxos y que otorgan a los consejos de administración manga ancha para operar con acciones propias. El 1% de una compañía del Ibex son muchas acciones, y sólo existe la obligación de comunicar variaciones cuando suponen compra de títulos por este porcentaje, nunca movimientos de venta. De esta forma una compañía puede adquirir sucesivas veces el 0,99% de sus títulos y venderlos, con el efecto consiguiente en el precio de la cotización, sin tener que comunicar variación alguna en su autocartera.
Los inversores, por lo tanto, tienen difícil seguir la pista a los movimientos de autocartera de las compañías y sólo se dan cuenta de la magnitud de los mismos cuando las sociedades los explican en sus memorias anuales. En 2005, por ejemplo, las ocho compañías que más utilizaron su autocartera (Santander, BBVA, ACS, Telefónica, Sacyr Vallehermoso, Endesa, Iberdrola y Bankinter) movieron entre compras y ventas 1.909 millones de acciones por un valor de 22.692 millones de euros (tomando el precio medio de cotización de cada valor durante el pasado año). En total, las empresas del selectivo ganaron el pasado ejercicio 441,8 millones con estos movimientos, acaparando Telefónica, con 335 millones, el 75% de estas plusvalías.
Los grandes bancos, que intervienen a diario en el mercado por cuenta propia o de terceros, suelen ser los que más movimientos con acciones propias practican. El Santander, por ejemplo, adquirió el pasado año 522 millones de acciones y vendió 533 millones de títulos. Es decir, movió el 16,88% de su capital social. Las operaciones de autocartera le reportaron unas plusvalías de 28,4 millones de euros. Aparte de la compraventa para la cobertura de carteras, facilitar la intermediación o la cobertura para clientes, el banco reconoce en su memoria que también opera para facilitar la liquidez del valor (más del 90% de su capital social cotiza libremente en Bolsa) y para aprovechar la 'debilidad' de las acciones en momentos puntuales.
Su gran rival, el BBVA, en 2005 movió 479 millones de títulos (adquirió 277 millones de acciones y enajenó 282 millones), lo que equivale al 14,14% del capital social. El precio medio de compra de acciones fue de 13,74 euros y el precio medio de venta de 13,8 euros.
ACS, por su parte, se ha colado entre los grandes del Ibex en cuanto a movimientos de autocartera se refiere. En su último informe anual, la constructora reconoce haber comprado durante el pasado año 23,5 millones de títulos y haber vendido 25,6 millones. En total, el grupo presidido por Florentino Pérez movió el 13,82% de su capital, con un resultado positivo de 44,8 millones de euros.
La cuarta compañía más activa durante 2005 fue Telefónica, que adquirió 'a título oneroso' 230 millones de acciones y vendió 48,5 millones. En total, la compraventa de acciones equivalió al 5,66% de su capital. Tras la operadora, se sitúa Sacyr Vallehermoso, que movió en autocartera el equivalente al 5% de su capital, con unas plusvalías de 28 millones de euros, Iberdrola con el 3,55% y Bankinter con el 1,66%. Endesa, en el año que recibió la opa de Gas Natural, sólo movió el 0,04% de sus acciones, frente al 2,17% de 2004.
Qué usos se ha dado a la autocartera en los últimos años
OHL. Amortizar los títulos como pago al accionista
Uno de los usos más frecuentes de la autocartera es la recompra de acciones en el mercado para amortizarlas. Esta operación genera un doble beneficio para el accionista. En primer lugar, la demanda de títulos aumenta, lo que sirve de soporte para la cotización. En segundo lugar, al amortizar los títulos se sacan fuera del mercado, con lo que el beneficio por acción mejora puesto que las ganancias se reparten entre menos títulos. OHL es uno de los últimos ejemplos de empresa que ha comprado acciones para amortizarlas. Su programa se inició en enero y ha finalizado en junio de este año. La constructora ha comprado el 2,29% de su capital a un precio medio de 15,61 euros por acción.
Arcelor. Blindarse ante operaciones hostiles
El reparto de sustanciales dividendos, así como los programas de recompra de acciones, se han puesto de moda en los últimos meses como medidas para impedir que triunfen ofertas no deseadas. Arcelor es un claro ejemplo. El pasado mes de mayo, cuando la siderúrgica rechazaba la oferta de Mittal Steel, su consejo elevó a la junta una propuesta para recomprar el 10% de su capital social -las empresas con sede en Luxemburgo pueden duplicar el máximo de autocartera permitido por la legislación española- en un plazo de 18 meses y a un precio máximo de 50 euros por acción. Este programa se quedará en papel mojado tras el reciente acuerdo entre ambas empresas.
ACS. Generar plusvalías con la compra y venta
Hay compañías que no han comunicado un programa de recompra de acciones y que sin embargo mueven a lo largo del año gran cantidad de títulos propios. Esta estrategia, aparte de dar liquidez al valor y sostenerlo en determinados momentos los precios, también generan importantes plusvalías para las empresas que los realizan. Un claro ejemplo es ACS. La constructora ganó el año pasado con movimientos de autocartera 44,81 millones de euros, cantidad que equivale al 7,2% del beneficio neto que obtuvo en 2005. Este año, ACS también está siendo muy activa en la compra de títulos. De no tener autocartera a 31 de diciembre, ha pasado a disponer del 2,1% de su capital.
Telefónica. Moneda de cambio en operaciones de fusión
Cuando una empresa decide engordar su autocartera puede ser síntoma de que prepara una operación corporativa en la que usará esos títulos como moneda de cambio. Un claro ejemplo es Telefónica que atiende el canje de su fusión con Telefónica Móviles con los títulos propios de los que ha ido haciendo acopio en los últimos meses. La operadora también utiliza la autocartera como forma de retribución al accionista pero, a diferencia de OHL que amortiza los títulos, ella los reparte en la proporción de 1 por 25. Los expertos explican que no varía la remuneración se amorticen o se repartan los títulos, aunque reconocen que está práctica es más tangible para el accionista.
Banco Santander. Aprovechar momentos de debilidad en el valor
La recompra de títulos propios es una medida muy útil para salir al rescate de las acciones cuando están atraviesan momentos de debilidad. En su memoria, el Banco Santander, por ejemplo, lo deja muy claro. El banco señala que la operativa sobre acciones propias tiene dos finalidades. En primer lugar, 'facilitar en el mercado de las del banco liquidez o suministro de valores, según proceda'. El segundo uso tiene que ver con el 'aprovechamiento en beneficio conjunto de los accionistas las situaciones de debilidad en el precio de las acciones en relación con las perspectivas de evolución a medio plazo'. En 2005 el Santander, sumando compras y ventas, movió el 16,8% de su capital social.
Telecinco. Cubrir los programas de retribución a directivos
Los planes de opciones sobre acciones que elaboran las compañías (stock options, en inglés) para retribuir a sus directivos y empleados tienen en la autocartera una de las formas de cobertura. Telecinco es un ejemplo. La cadena de televisión ha anunciado esta semana que adquirirá hasta el próximo 5 de octubre un máximo del 1% de su capital para dar cobertura a su sistema de retribución para consejeros y ejecutivos. Terra es otro caso, aunque el portal se vio obligado a amortizar los títulos al finalizar el plazo sin plusvalías en las opciones. Otro uso de la autocartera es el de canjear en operaciones con bonos convertibles. Prisa, grupo editor de Cinco Días, es uno de los ejemplos.