Aguirre financiará con Caja Madrid el mayor contrato de trenes de metro
El Gobierno de Esperanza Aguirre prevé adjudicar a Caja Madrid la financiación del mayor contrato de trenes de metro de su historia por más de 850 millones. Lo hará directamente, sin concurso, lo que ha causado malestar en la docena de entidades interesadas. La creación de dos sociedades instrumentales con los fabricantes le permite eludir el concurso.
La caja que preside Miguel Blesa es la elegida para financiar el suministro de más de 600 vagones de tren para la ampliación del metro de Madrid, según fuentes conocedoras del proceso y como confirmó ayer a Cinco Días la Consejería de Hacienda de la Comunidad de Madrid. Afecta a las unidades que han fabricado CAF y la italiana Ansaldo por 850 millones y que ya están en pruebas, aunque el suministro total alcanza 1.000 millones.
Una docena de entidades financieras se había interesado vivamente por este contrato que, en términos simples, será como un leasing, un alquiler que dará opción de compra a Metro de Madrid al final del contrato. Entre ellas, figuran BBVA, Santander, Calyon (la fusión de los franceses Crédit Agricole y Lyonnais), Angel Trains (filial de Royal Bank of Scotland) y la estadounidense Morgan Stanley.
La adjudicación se hará sin concurso previo, para sorpresa de las entidades interesadas. Hace año y medio la consejera de Hacienda, Engracia Hidalgo, les convocó por teléfono a una reunión, la única que ha tenido lugar con todos los bancos y cajas que querían el contrato.
La caja tendrá que crear con Ansaldo y CAF dos empresas que compren y alquilen los trenes a Metro
El fin era encontrar una solución para no cargar a la sociedad pública de infraestructuras Mintra con la deuda que generaría comprar el mayor pedido de la historia de Metro de Madrid. Cada entidad expuso sus fórmulas. Posteriormente, la consejera les pidió a título informativo una oferta del coste de cada una. No hubo negociaciones y ninguna comunicación más, según fuentes conocedoras de la operación. Sólo la noticia de que el Gobierno de Aguirre negociaba directamente con Caja Madrid.
La Consejería de Hacienda defiende que no es necesario sacar a concurso este tipo de operación financiera. La fórmula se ha elaborado de tal manera que permite eludir la obligación que manda la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas. La clave está en que el Gobierno regional encargará a Caja Madrid crear dos sociedades instrumentales con cada uno de los dos fabricantes de los trenes, CAF y Ansaldobreda y nuevos inversores que entrarán posteriormente. Y serán estas empresas las que compren los coches y posteriormente se los alquilen a Metro de Madrid para las ampliaciones de varias líneas. Es un modelo de arrendamiento cooperativo, explicaron fuentes de la consejería. Al final del contrato, Metro de Madrid será dueño de los trenes.
A la luz de la ley, mediante esta vía ya no serán las sociedades públicas Mintra o Metro de Madrid las que harán la compra sino un tercero, con lo que ya no se trata de 'actividades directas de los organismos autónomos de las Administraciones públicas' de 'carácter financiero', como recoge la norma y, por tanto, el Ejecutivo de Aguirre se evita hacer concurso.
Un portavoz de Hacienda insistió ayer en que la adjudicación no está cerrada y en que se ha negociado con una docena de bancos y cajas. La decisión final está prevista incluso para antes de septiembre porque en ese mes los trenes tienen que estar en funcionamiento. Pero, hoy por hoy, Caja Madrid 'es la que mejor cumple los requisitos'.
La nueva fórmula para externalizar esta compra es un verdadero esquema de ingeniería que ha creado Hacienda para no tener que cargar la compra de los trenes como deuda de Mintra. No puede endeudarla más después de que la UE le ha obligado a contabilizar en las cuentas regionales los 3.000 millones que ya arrastraba esta empresa pública, con lo que la deuda total se ha disparado hasta 9.710 millones.
El sistema ideado, que puede variar en detalles, según la consejería, incluye que Metro alquile los trenes el 70% de su vida útil, lo que supone unos 20 años.
Malestar por la forma en que se lleva el proceso
Los principales bancos y cajas en financiación de infraestructuras estaban llamados a participar en el plan de colaboración público-privada que puso en marcha la Comunidad de Madrid. El fin era hacer 90 kilómetros más de metro esta legislatura sin endeudarse más. Y después de lo decretado por Eurostat, ya no valía cargar la deuda a la sociedad pública Mintra.Las entidades financieras especializadas acudieron atraídas por el seguro rendimiento de un gran contrato financiero, de unos 1.000 millones. Pero el proceso no se ha realizado en la forma que creen correcta.El hecho de que el Gobierno de Esperanza Aguirre haya decidido negociar directamente con Caja Madrid (cuyo consejo está controlado por el PP) ha provocado un fuerte malestar entre los convocados, según ha podido saber este periódico en fuentes conocedoras de la operación. Todo apuntaba a que iba a decidirse por concurso. Es más, varios medios de comunicación reflejaron en noviembre las explicaciones de la Consejería de Hacienda en las que anunciaba que la cesión y alquiler de los trenes se haría por concurso público. Sin embargo, ayer un portavoz negó rotundamente estas explicaciones.La realidad es que, finalmente, el Gobierno regional negocia ahora con la caja que preside Miguel Blesa. En virtud de la fórmula ideada, la entidad tendrá que crear dos sociedades y será dueña de los trenes junto a los fabricantes. Se da la paradoja de que CAF y Ansaldobreda comprarán parte de los trenes que ellos mismos han montado. Al permitir la entrada de nuevos inversores en estas empresas, el Ejecutivo les abre una puerta a las entidades que no han podido pujar por el contrato financiero.Nuevos inversoresLas sociedades instrumentales que impulsará la Comunidad de Madrid se abrirán a nuevos inversores que podrán optar a una participación mediante un sistema de subasta. Los nuevos accionistas se unirán a Caja Madrid y Ansaldobreda y CAF.