El vídeo casero, plataforma de talentos mediáticos
El éxito de YouTube dispara la competencia y crea un nuevo mercado
Primero transformaron el nombre Backstreet Boys en Back Dormitory Boys, después eligieron qué vestir, encendieron su cámara de vídeo y se filmaron a sí mismos parodiando al grupo musical norteamericano cantando I want it that way. Luego, subieron su producción al sitio de Internet YouTube, y fueron vistos por más de 120.000 personas. Finalmente, Wei Wei y Huang Yi Xin, los estudiantes chinos protagonistas del vídeo casero, fueron contratados por Motorola para promocionar sus teléfonos móviles. El de ellos no es un caso aislado. Por el contrario, es sólo un ejemplo de talentos desconocidos que, al subir a la web y compartir sus vídeos, están logrando contratos con firmas importantes o alcanzando la fama. Y lo hacen al calor de un fenómeno que no para de crecer: los sitios de vídeos online.
Los precursores fueron Chad Hurley y Steve Chen, jóvenes fundadores de YouTube, un sitio de Internet a través del cual se ven diariamente 100 millones de vídeos profesionales y aficionados, según informó la compañía. Pero el mercado se empieza a formar, y ya han aparecido otros actores de peso que pugnan por captar usuarios, aumentar su base de registros, y atraer publicidad. Google, Yahoo y MySpace son los más populares. Pero Amazon.com informó que planea agregar este servicio a partir del próximo mes. China lanzó el portal Yoqoo.
Tanto Noelia Fernández, directora de productos y servicios de Yahoo! España, como Bernardo Hernández, director de mercadotecnia de Google España, coinciden en que el nivel de penetración que tiene hoy Internet junto a la fuerza de la banda ancha, configuran un nuevo escenario en el que los usuarios tienden a compartir en comunidad contenidos propios y ajenos. Ambas compañías, apoyadas en la fuerza de sus motores de búsqueda, han lanzado servicios para subir y bajar vídeos.
'El mercado está en plena construcción, pero ya aparecerán unidades de negocio'
En general, todos los sitios que ofrecen este nuevo servicio se parecen en cuanto a que permiten buscar, agrupar, clasificar, compartir y votar los vídeos favoritos. Todo esto de forma gratuita.
Pero el director de mercadotecnia de Google España explica que la firma creó una gran plataforma que permite colgar y compartir vídeos con facilidad, ya que es capaz de reproducir vídeos con cualquier tipo de formato. 'Antes existía un verdadero problema de formatos. Pero ahora, el usuario puede crear contenido, y lo puede compartir con quien quiera, y fácilmente', señala. El gigante lanzó el servicio en el país este mismo mes, en idioma español y con contenido local.
Yahoo! hizo lo propio a principios de junio, pero en California, Estados Unidos, y el idioma por el momento es el inglés. Noelia Fernández dice que aún no han anunciado el servicio en España porque la compañía espera a que el mercado esté más preparado.
Por los derechos de autor
A través de una búsqueda en el sitio YouTube, se pueden ver, además de miles de vídeos realizados por aficionados, capítulos o presentaciones de series de televisión, dibujos animados y fragmentos de conciertos de rock. Pero a partir de la popularización alcanzada por el portal, se empiezan a oír críticas sobre la violación a los derechos de autor y a la ley de la propiedad intelectual.
Hernández dice que 'lo que diferencia a Google es que sus contenidos están protegidos: la firma pretende respetar la propiedad intelectual de lo que pone a disposición de sus usuarios'. Por eso, todos los vídeos subidos a esa web pasan por un control manual de verificación de calidad y la compañía trabaja para cerrar acuerdos con empresas multinacionales productoras y distribuidoras de contenido. Ya firmó convenios con Warner Bros, Sony Pictures y con Barça TV, entre otros.
Fernández señala que la idea de Yahoo! es juntar su fuerza de búsqueda con los pilares básicos de la empresa: ofrecer contenidos de relevancia, apostar por la comunidad y por la personalización del servicio. Pero también admite que se trata de una tendencia que se ha dinamizado con la oferta de contenidos propios que aportan los usuarios.
El director de mercadotecnia de Google España afirma que todavía es 'muy temprano para hablar de competencia en un mercado que está en plena construcción'. Con todo, aventura que 'cuando sea robusto, habrá modelos de negocio, y suponemos que la rentabilidad vendrá de la mano de la venta de publicidad, pero no será intrusiva', avisa.
El nuevo orden mundial en marcha
'El nuevo orden mundial es: seguid hablando'. Lo dijo este lunes el físico británico Stephen Hawking, al inaugurar por videoconferencia el Décimo Campus Party en Valencia, que reunió a 5.500 internautas. Hawking se refería así a una 'gran conciencia global', producto del uso de las nuevas tecnologías y en la que el poder parece estar pasando lentamente de la elite de los medios al resto de la población.'Estamos muy al principio de una manera totalmente nueva de ver y entender a los medios de comunicación', opina desde Estados Unidos J. D. Lasica, periodista, investigador, blogger y un referente mundial en nuevos medios y en las nuevas tendencias que surgen a partir del uso de Internet. 'Ya no somos sólo consumidores o receptores pasivos del contenido elaborado por los medios tradicionales. Internet nos está transformando en creadores, productores y diseñadores de nuestros propios medios', agrega.Lasica, que publicó el año pasado el libro Darknet: La guerra de Hollywood contra la generación digital, sostiene que habrá mayores intercambios entre los medios tradicionales y los 'medios emergentes', como blogs, podcasts y el periodismo ciudadano. 'Cientos de miles de personas se transformarán en productores y generadores de noticias, y compartirán con el resto del mundo sus opiniones y comentarios expertos en incontables temáticas', dice a Cinco Días.Según Lasica, aunque hoy los medios ven a estos nuevos consumidores como una amenaza, están encontrando la forma de sacarles provecho: la NBC firmó un acuerdo con YouTube, y la compañía de medios de Rupert Murdoch ya compró el sitio Myspace.