Oficinas de ficción
Las series de televisión centradas en una profesión determinada siempre provocan escozores en los gremios afectados. Pero nadie se da por aludido cuando el escenario es una oficina, sin más. Jefes paternalistas o insoportables, sindicalistas de moral relajada y secretarias despistadas: están en todas partes, y persiguen también a los televidentes en plenas vacaciones. Con la serie Camera Café (Telecinco) descansando durante el verano, Cuatro toma el relevo hoy estrenando la británica The office (todos los jueves, 01,30 h, doble capítulo), y Telecinco recuperará a partir del martes Tirando a dar, también ambientada en una oficina.
Con la apariencia de un documental, la serie de la BBC The office (2001) cuenta los avatares de una papelera al borde del cierre con un jefe que se cree el más divertido y enrollado, y sus sufridos empleados. Ya ha sido emitida en España a través de People & Arts (Digital Plus). En 2005 la NBC hizo una versión para EE UU, cuyos derechos ha comprado La Sexta, que no ha decidido cuándo la exhibirá. El formato de The office se denomina fly on the wall, que consiste en colocar una cámara de forma estratégica para que, siendo una ficción, parezca un documental. Está avalada por numerosos premios, entre ellos dos Globos de Oro a la Mejor Comedia y al Mejor Actor.
La serie retrata el día a día de los empleados sombríos y sin futuro de Wernham Hoggs, una empresa papelera situada a las afueras de Londres. Su jefe es David Brent (Rick Gervais), un hombre inútil, arrogante y machista que, convencido de su liderazgo, se sale siempre con la suya. El propio Gervais es creador, director y guionista de la serie, junto a Stephen Merchant.
Jefes paternalistas o insoportables, sindicalistas fácilmente sobornables y secretarias despistadas invaden las pantallas
Ambos volcaron en The office su experiencia durante 12 años en diversas oficinas. El resto de los personajes son igual de peculiares y carismáticos: el vanidoso gerente Gareth Keenan; el desmotivado Tim Canterbury, un representante de ventas consciente de la inutilidad de su trabajo y de la mediocridad que lo rodea; y la resignada recepcionista Dawn Tinsley, una mujer llena de sueños imposibles de cumplir.
Segunda oportunidad
Tras el fallido lanzamiento de abril, vuelve a Telecinco Tirando a dar, cancelada tras la emisión de dos episodios por la baja audiencia. Está ambientada en una oficina de seguros, y aunque sus creadores insisten en que eso es lo de menos, los discutibles métodos de negocio de los protagonistas provocaron la protesta de la patronal de seguros, Unespa. La que no ha provocado protesta alguna es Camera Café, gracias el misterio que rodea a la oficina que le sirve de escenario. Aunque se habla de compras y ventas, nunca se cuenta a qué se dedica la empresa exactamente. 'El escenario es sólo circunstancial', explica el director, Luis Guridi. 'Podría ser un bar'.
Las dos series tienen en común la voluntad paródica. 'Sacamos lo peor de la gente; salvo un par de personajes, el resto son bastante malas personas', señala Guridi. 'Pero es un tono tan gamberro que nadie se molesta.' Ni siquiera el jefe sindical de Telecinco, a quien 'le gusta mucho' el personaje del sindicalista Julián Palacios interpretado por Carlos Chamorro. 'A la que le hacen un mínimo soborno, Palacios lo coge', describe el actor.
Palacios es jefe de compras y hace dúo con Jesús Quesada, el prepotente jefe de ventas encarnado por Arturo Valls. 'Mi personaje es el típico que tiene que hacer negocios detrás de un gin tonic. Es un putero, la soledad del hotel te lleva a eso.' Ellos dos, junto a los otros 15 personajes se reúnen alrededor de la máquina de café. 'Es una excusa para escaquearse, yo creo que ni siquiera les gusta', sospecha Valls.
La empresa tiene todas las papeletas para el fracaso. Los que no se dedican a cotillear, están en las nubes, como el contable y las secretarias. Guridi se pone cínico: 'Creo que la compañía podría salir adelante, y hacerse con el mercado incluso'. Ni él ni los guionistas han trabajado nunca en una oficina, pero no les ha hecho falta para describir personajes universales. La serie nació en la cabeza de dos franceses cuando, cómo no, trabajaban en una empresa. Desde su estreno en Francia, en 2001, el formato se ha extendido a España y a países como Polonia y Canadá.
Una primera versión española se emitió en Telemadrid con el nombre de Café Express, pero entonces no triunfó. El equipo de Guridi retomó el proyecto y recreó los guiones, dándoles un toque castizo. 'Parecería que no hay diferencias entre unos países y otros, pero sí que la hay', asegura. 'Por ejemplo, el jefe es muy español. Es un golfo; y te regaña, pero luego se toma algo contigo en el bar'. La serie ha conseguido día sí día no ser el programa más visto. 'Nos ve gente que no ve otra cosa en televisión', destaca Guridi. Tendrán que esperar hasta septiembre.
El juego de trabajar
Las parodias del oficinista perezoso suelen mostrarle enfrascado en el noble arte de la pajarita. Ahora tiene una alternativa lúdica más acorde con su obligación: el videojuego Camera Café 2, inspirado en serie de televisión casi homónima, a la venta desde hace tres meses.El jugador puede adoptar la personalidad de los miembros del dúo de truhanes más popular: el formado por el jefe de ventas y el de compras. Pero que nadie espere parecido físico con Arturo Valls o Carlos Chamorro, puesto que el juego está basado directamente en la versión original francesa, con la que comparte guionistas.Hay dos opciones de juego: el modo historia, en el que se viven episodios similares a los de la serie, y el modo puñetero, en el que se trata de fastidiar a los compañeros.Original de Indie Games, está distribuido en España por Nobilis Ibérica, a un precio de 20 euros. 'Está yendo bastante bien, sobre todo en los quioscos', explican fuentes de la compañía. Antes lo intentaron con menos éxito con Sólo o con leche, inspirado en Café Express, la fracasada versión de televisión emitida en Telemadrid.