Los tributos ligados a las casas disparan los ingresos de las regiones
El Servicio de Estudios del BBVA cree que el mercado inmobiliario ha cogido aire en el primer trimestre de 2006. El precio de la vivienda ha crecido un 12% en ese periodo, lo que puede provocar, a su juicio, un mayor riesgo de un 'ajuste o aterrizaje brusco' ante la subida de tipos y el aumento del endeudamiento familiar.
El Servicio de Estudios del BBVA ha sido el último organismo que ha salido al paso de los datos ofrecidos por el ministerio de Vivienda, que apuntaban hacia una desaceleración del precio de la vivienda. El departamento dirigido por Trujillo, que a finales de semana dará a conocer los precios del segundo trimestre, señaló que había empezado un aterrizaje suave del precio de la vivienda libre, al situarse en un incremento del 12% en los tres primeros meses del año.
Aunque coincide en la cifra (un 12% en el precio de la vivienda nueva y usada durante el primer trimestre de 2006), el informe Situación Inmobiliaria asegura que el mercado inmobiliario ha experimentado un renovado dinamismo, lo que, a su juicio, podría propiciar un retraso en el ajuste del precio del mercado inmobiliario y un incremento del riesgo por el hecho de que la corrección pueda ser más brusca en el futuro, ante la subida de tipos de interés y el mayor endeudamiento de los hogares.
El estudio hace una comparación entre la situación del primer trimestre de 2006, en el que los indicadores relacionados con el mercado inmobiliario (ocupados en construcción, número de viviendas iniciadas, consumo de cemento y precio de la vivienda) han experimentado un fuerte crecimiento, frente a un escenario a corto plazo, con los tipos de interés al alza, con un aumento de la deuda de las economías familiares y de las cargas financieras de los hogares, 'en el que se podría producir finalmente una ajuste más brusco e intenso del previsto'.
Los más afectados por ese ajuste serían las economías familiares. Un buen dato es el deterioro que ha sufrido el indicador que mide el acceso de las familias a la vivienda. Si un hogar necesitaba en 2005 los ingresos brutos de 5,2 años para acceder a una vivienda, un año después el porcentaje ha subido hasta el 5,6%.
A pesar de ello, cree que el impacto de la subida de tipos será gradual, 'lo que debería permitir a los hogares ajustarse paulatinamente a las nuevas condiciones financieras'. De hecho, el estudio señala que la capacidad de compra de los hogares ha alcanzado su nivel máximo de los últimos doce años, ya que se situará a finales de 2006 en torno a los 210.000 euros de media para una vivienda de 90 metros cuadrados.
Los datos del BBVA coinciden con los anunciados recientemente por los Colegios de Registradores y la Sociedad de Tasación, que apuntan hacia un repunte del precio de la vivienda.
Familias. El 72% de la deuda está referenciada a interés variable
El cambio de sesgo de la política monetaria del Banco Central Europeo, con previsible subidas de tipos de interés, y el aumento del endeudamiento familiar para la adquisición de vivienda sitúa a las familias, según el estudio, en una posición de mayor vulnerabilidad que en el pasado.Otro dato a tener en cuenta es que el 72% de la deuda vida de las familias españolas está referenciada a un tipo de interés variable, lo que supone, 'que aún sin la asunción de nueva deuda, las familias van a necesitar más recursos para hacer frente a su endeudamiento'.A pesar de ello, el informe se muestra optimista, al prever que la subida de tipos será gradual, 'lo que permitirá a las familias acomodarse al incremento de su carga financiera'. Este indicador podría crecer 2,6 puntos porcentuales sobre la renta disponible en los dos próximos años.
Precio. La falta de suelo reduce la actividad en las grandes ciudades
El precio de la vivienda no ha crecido de forma uniforme en todas las comunidades autónomas. El estudio señala que el incremento ha sido mayor en Cataluña, Comunidad Valenciana y el País Vasco, lo que, a su juicio, rompe la senda de moderación de los precios que se venían observando en los últimos ocho trimestres.También subraya el fenómeno del descenso de promociones inmobiliarias en grandes ciudades como Madrid, dónde el número de visados ha descendido un 30% en los últimos tres años. La falta de suelo urbano ha provocado el traslado de la actividad constructora a municipios o provincias limítrofes, como demuestra el hecho de que el mismo indicador se ha duplicado en el mismo periodo de tiempo en las provincias limítrofes.Este efecto frontera, dice el estudio, también es apreciable en ciudades de menor tamaño.