El buen apetito de Kraft

Irene Rosenfeld, la nueva jefa ejecutiva de Kraft Foods, siempre ha tenido suficiente en su plato. El acuerdo de Kraft de 1,1 millones de dólares con United Biscuits, justo tras la vuelta de Rosenfeld, sugiere que tiene buen apetito.

Mientras que el momento es un poco extraño, el acto que se llevaba rumoreando desde hacía tiempo no lo es. Cambiar la parte minoritaria de Kraft en UB, valorada en unos 520 millones de dólares, por las operaciones españolas y portuguesas de la empresa británica tiene mucho sentido. Asegura la posición de líder de Kraft en el mercado de galletas de estos países, que tienen comparativamente un gran crecimiento (...).

El problema es que Kraft se ha mostrado incapaz de aprovechar al máximo su escala global. Los ahorros de coste prometidos con la compra de Nabisco o se han esfumado o se han trasladado a los consumidores.

Sus últimos esfuerzos de reestructuración parecen sensatos, pero sigue sin utilizar los ahorros para crear un nuevo crecimiento a través de la innovación (...). Los negocios de Kraft siguen dependiendo en gran parte de mercados y segmentos maduros.