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Tribuna
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El BCE subirá tipos en agosto

En su reunión de hoy, el Consejo de Gobierno del BCE decidirá mantener los tipos oficiales en el 2,75%, nivel en el que los situó el pasado mes de junio en su reunión celebrada en Madrid, pero preparará una nueva subida para su reunión de finales de agosto. El mercado descuenta estas dos decisiones con absoluta certeza, pero en lo que existe incertidumbre es en la cuantía de la subida de agosto, a tenor de lo que indican actualmente los futuros sobre los tipos de interés a tres meses. No obstante, la probabilidad de una subida superior a los 25 puntos básicos, estrategia que ha venido aplicando en los últimos trimestres, es baja, en torno a un 20%. El BCE fundamentará estas decisiones, como es habitual, en un complejo y exhaustivo análisis macroeconómico y monetario, con el objetivo explícito de controlar los riesgos que presionan al alza la inflación a corto, medio y largo plazo, dado que la estabilidad de precios constituye el único pilar de su política monetaria.

En su análisis macroeconómico, el comunicado del BCE continuará resaltando los sólidos resultados de actividad y las favorables expectativas para el crecimiento de la zona euro en los próximos trimestres. Los últimos indicadores de la zona euro disponibles, tanto de confianza correspondientes a junio de 2006, como de actividad industrial de abril, pues se publican con retraso, respaldan estas óptimas expectativas de crecimiento.

También enfatizará intensamente los riesgos al alza que amenazan la estabilidad de precios en todos los plazos. A muy corto plazo, el mayor riesgo continúa siendo el elevado precio del crudo, riesgo que se acentúa actualmente ante la presión de demanda que se produce en la época estival y cuyo efecto al alza se traslada automáticamente a los precios al consumo energéticos y, adicionalmente, origina los denominados efectos indirectos sobre los precios al consumo de los restantes bienes y servicios de consumo, que se trasladan con cierto retraso. Así, si el precio del Brent, tipo de crudo de referencia en Europa, se situó en junio en 68,1 dólares por barril, el precio futuro para agosto se sitúa en 73,6 dólares, lo que implicaría un incremento de seis dólares, con las subsiguientes consecuencias.

El mercado descuenta la subida de las tasas para una próxima reunión, pero duda de cuál será la cuantía de ésta

Sin embargo, la apreciación del euro contribuye a paliar en cierta medida estos efectos adversos; a medio plazo, nuevos aumentos del precio del crudo, cambios en impuestos indirectos y en precios administrados, y los efectos indirectos derivados de los elevados precios del crudo; y a más largo plazo efectos de segunda ronda vía fijación de salarios, que actualmente permanecen moderados, y/o determinación de precios finales por parte de los empresarios al encontrarse con más capacidad de trasladar a los consumidores los mayores costes energéticos, que actualmente no están trasladando en un cien por cien debido, en parte, a la presión a la baja que conlleva el contexto de globalización y elevada competitividad y en parte a la debilidad del consumo privado en el conjunto de la zona euro, motivada por unas elevadas tasas de desempleo.

No obstante, la tasa de paro de mayo se redujo a un 7,9% y las ventas minoristas evolucionan favorablemente. Considerando conjuntamente todos estos factores, la inflación armonizada preliminar para junio supone el mantenimiento del 2,5% anual registrado en mayo. Para los próximos meses, ante la presión de la demanda de bienes energéticos, prevemos que la inflación continuará superando el 2% anual, motivada por unos precios del crudo más elevados. La inflación subyacente, por su parte, aumentará a un 1,6% respecto al 1,5% anterior y continuará con la tendencia ascendente, como consecuencia de los efectos indirectos de los elevados precios del petróleo. Por países, la inflación armonizada preliminar para junio se mantuvo en Alemania en el 2.1% anual de mayo, Italia registró un 2,4% respecto al 2,3% de mayo y en España se redujo ligeramente a un 4% respecto al 4,1% de mayo.

En cuanto al análisis monetario, el comunicado remarcará la elevada liquidez y el fuerte crecimiento del crédito al sector privado. Los últimos datos, correspondientes al mes de mayo, continúan mostrando el fuerte crecimiento experimentado por la oferta monetaria, en sus componentes más líquidos, y el crédito a los hogares y a las empresas no financieras.

Basándose en todos estos resultados, el BCE decidirá mantener los tipos en esta reunión de julio y preparará al mercado para la subida de agosto, siguiendo con su estrategia de observar muy de cerca la evolución de los diferentes indicadores, no sólo de precios sino también de actividad real (y no únicamente indicadores basados en encuestas) y monetarios.

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