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Banca

España es el tercer país con las comisiones más bajas de la OCDE

La banca española lleva 13 años en el furgón de cola mundial en el cobro de comisiones. El porcentaje de esta partida de ingresos sobre el balance es del 1%, una cifra que contrasta con el sistema financiero estadounidense, donde representa un 2,6%, según un informe de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA).

Las comisiones aún pueden ser una fuente de alegría para el sistema financiero español. Y, sobre todo, un filón de negocio que las entidades todavía no han explotado al máximo si se compara con el entorno europeo, donde los clientes bancarios parecen estar más acostumbrados a pagar por determinados servicios y productos financieros.

En Estados Unidos, por ejemplo, los ingresos por comisiones suponían un 2,6% del balance del sector a finales de 2003, un punto más que en 1990, según un reciente informe de la CECA. Este porcentaje baja en España hasta el 1%, el tercer peor registro de la OCDE y el mismo porcentaje que representaba a comienzos de la década de los noventa. Sólo las entidades alemanas (0,5%) y las japonesas (0,2%) sacan menos partido de las comisiones que las españolas.

Para corregir esta situación, la banca ha optado por estrategias muy diferentes. Algunos, como el BBVA o Banesto, han implantado la tarifa plana (pago fijo mensual por un paquete de servicios), una práctica bastante habitual en Europa. Otras entidades, sin embargo, han elegido una estrategia con un mayor impacto comercial, al eliminar el cobro de las comisiones básicas (mantenimiento de cuentas, transferencias, tarjetas de débito e ingreso de cheques) a sus mejores clientes. æpermil;sta ha sido la alternativa elegida por el Santander, Bancaja, la CAM y Caixa Galicia.

Más favorable es la posición que logran los bancos y cajas españolas si se toma como referencia el porcentaje que cubren las comisiones de los gastos. Esta variable se sitúa en el 38,2%, en línea con la media europea, del 38,9%. Destaca Luxemburgo, ya que, por el tipo de negocio de este mercado y los reducidos costes, esta ratio se dispara hasta el 80,8%. Le sigue Suiza con el 62,6%.

Los peor clasificados son: Alemania (31,9%), Holanda (32,6%), Francia (40,1%) y Reino Unido (48,2%).

En el podio de la eficiencia

El estudio analiza también la evolución de la eficiencia (porcentaje de los ingresos que absorben los gastos), un capítulo en el que la banca española despunta entre sus competidores internacionales. En 2003, la eficiencia se situaba en el 54,3% (cuánto más baja es, mejor), 6,4 puntos por debajo de la media de la OCDE y 8,2 puntos menos que la Europa de los Quince. Salvo los baches de 1995 y 1999, el esfuerzo realizado por la banca española en costes se ha reflejado en una continua mejora de esta ratio. De hecho, España es el segundo país que más ha disminuido sus gastos. æpermil;stos han descendido desde 1990 un 1,3%, por detrás del Reino Unido, con un retroceso del 1,5%.

La evolución en España no es extrapolable al resto de la banca mundial. Desde 1995, la alemana ha empeorado su eficiencia en 8,7 puntos, Canadá (4,6), Japón (0,8) y Suiza (4,2). Pero el registro más desfavorable es para las entidades de Eslovaquia, cuyo índice se sitúa en el 85,8%, y de Chequia, en el 86,4%.

Las entidades españolas también figuran a la cabeza en provisiones, al acaparar éstas un 0,53% del tamaño de su balance. Este elevado peso es fruto de una regulación más estricta por parte del supervisor ante un posible cambio de ciclo económico, que ha obligado a la banca en los últimos años a extremar las precauciones. En Alemania, las dotaciones suponen un 0,51%, mientras que en Estados Unidos se cifran en el 0,45% del balance.

La productividad, la asignatura pendiente

Con una de las mayores redes de oficinas de todo el mundo, el sistema bancario español aún tiene mucho recorrido en productividad. El volumen de negocio por sucursal no alcanza los 50 millones de euros, una cifra que sólo es inferior en otros tres países (Turquía, México y Polonia). En el otro extremo se sitúa Luxemburgo, con un volumen medio en créditos y depósitos de 1.293 millones.Pero esta fotografía es mucho más favorable si se toma la proporción del volumen de negocio por empleado. Aquí la banca española se aproxima al resto de los sistemas financieros mundiales, con 6,7 millones de euros gestionados por cada trabajador, frente a los 7,5 millones de media. Por detrás, se encuentran Estados Unidos e Italia, países en los que cada empleado maneja 4,8 millones de euros en créditos y depósitos.España es, además, el país con menos empleados por punto de venta, con 6,1 personas. El mercado luxemburgués, más volcado en banca mayorista que en particulares, tiene 86,6 empleados de media por oficina.Por tamaño, la banca española ocupa el noveno puesto en el ranking, ya que la dimensión del balance de todas las entidades supone un 3,6% del conjunto de la OCDE. Los cuatro sistemas financieros más grandes son Estados Unidos, Japón, Alemania y Francia, cuyos balances representan un 50% del total.Japón es el único que ha disminuido su balance en el periodo entre 1993 y 2003, debido a la fuerte crisis sufrida por el sector bancario de este país. æpermil;ste ha bajado un 13%.

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