Bruselas decide prohibir la pesca de anchoa en el Golfo de Vizcaya hasta el fin de 2006
La Comisión Europea ha anunciado hoy que cerrará en breve la pesquería de la anchoa en el Golfo de Vizcaya, después de que los informes científicos solicitados al Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM), confirmaran la escasez de ese recurso, según informaron fuentes comunitarias.
La Comisión Europea, por tanto, va a prohibir la pesca de la anchoa o bocarte en este caladero, ya que los estudios científicos demuestran que las existencias de la biomasa están "por debajo de las 28.000 toneladas", según las fuentes.
La Unión Europea decidió restablecer en marzo la pesca de la anchoa en el Golfo de Vizcaya (explotada por pescadores franceses y españoles), con la condición de que si en junio los informes científicos mostraban que las existencias eran inferiores a las 28.000 toneladas, el Ejecutivo comunitario podría prohibir, de inmediato, su captura, tal y como ha procedido a anunciar hoy.
Representantes del sector pesquero español y francés y de los gobiernos de ambos países, así como de la consejería vasca del ramo se reunían durante a mediados del mes pasado en Bruselas con los responsables de la Dirección General de Pesca de la Comisión Europea para exponer su preocupación por la crisis de la anchoa y reclamar medidas urgentes para garantizar la supervivencia de la especie en el Cantábrico.
Una decisión muy esperada
Ya entonces, el Ejecutivos vasco advertía, a través de su viceconsejero Luis Miguel Macías, que se estaba "poniendo el recurso al borde del colapso". La flota del Cantábrico, compuesta por 197 embarcaciones y 3.000 tripulantes, ha capturado en esta campaña 753 toneladas de anchoa, el segundo peor resultado de la historia. En esta misma línea se manifestaron los representantes de la flota.
Las protestas en Bruselas se convirtieron en una alusión directa a la decisión del Consejo de Ministros europeo, adoptada en diciembre pasado, de permitir de nuevo la pesca tras ocho meses de moratoria. Los arrantzales, que estuvieron pescando hasta principios de junio, también son de la opinión de que es necesario cerrar el caladero.
Indemnizaciones a los pescadores
El pasado junio el Gobierno español ya anunció que cada buque de la flota de bajura del Cantábrico recibiría por término medio una ayuda de hasta 85 euros diarios por pescador -aproximadamente 45 del Gobierno y 40 de las comunidades autónomas- en concepto de parada biológica de unos 40 días para hacer frente a la crisis de la anchoa, que se encuentra al borde del colapso en el Golfo de Vizcaya. La cuantía de las subvenciones se fijará "barco por barco", a partir de unos baremos de capturas.La Secretaría General de Pesca ofreció hace dos semanas a la flota -197 barcos y unos 3.000 tripulantes- tres opciones para paliar en lo posible la escasez de anchoa que ha conducido a Bruselas a decretar un nuevo paro biológico para su regeneración: un plan de gestión de la especie, medidas de reestructuración para las empresas o paradas biológicas, como ocurrió el año pasado cuando se estableció una moratoria de ocho meses. Esta última línea de ayudas es la que está ahora sobre la mesa.