Las plusvalías latentes de la banca crecen 2.575 millones a marzo
Bancos y cajas han vuelto a incrementar las plusvalías latentes de su cartera de inversiones en el primer trimestre de este año. Esta partida se incrementó 2.575 millones de euros, de los que 1.955 millones, un 76%, correspondió a las cajas de ahorros.
Las advertencias del Banco de España y de algunos organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), acerca de la necesidad de que las entidades financieras reduzcan su presencia en las empresas no han tenido mucho efecto. Así al menos lo reflejan las últimas cifras.
En el primer trimestre de este año, la banca incrementó las plusvalías latentes de su cartera 2.575 millones de euros, según la información remitida por bancos y cajas a la AEB y la CECA. Y las cajas volvieron a concentrar el grueso de esta partida, al registrar un aumento de sus plusvalías de 1.955 millones de euros. Los 620 millones restantes correspondieron a los bancos.
Esta evolución muestra que las entidades, y sobre todo las cajas, no están dispuestas a variar sus estrategias a pesar de los reiterados toques de atención de las autoridades. El subgobernador del Banco de España, Gonzalo Gil, ha sido el último en alertar el viernes de los riesgos del excesivo tamaño de las carteras industriales. Gil señaló que las sociedades participadas pueden desvirtuar la esencia del negocio bancario, al generar una mayor volatilidad en la cuenta de resultados. También el FMI ha criticado en un informe remitido hace dos semanas al Ejecutivo español sobre el sector financiero nacional la elevada presencia de bancos y cajas en el tejido industrial.
El Santander ha aumentado sus plusvalías 839 millones y Caja Madrid, 530
Otro factor que no se ha cumplido por el momento ha sido las expectativas de una oleada de ventas con la entrada en vigor de las nuevas normas internacionales de contabilidad. Tras su implantación, las entidades financieras sólo pueden consolidar en sus resultados las participaciones superiores al 20%.
Pero, al parecer, las entidades opinan que sigue siendo un negocio muy rentable, sobre todo cuando el tono de la Bolsa acompaña. Entre enero y marzo, esta situación ha acompañado ya que el Ibex 35 se ha revalorizado un 10,43%.
Entre las cajas de ahorros, Caja Madrid ha sido la entidad que ha registrado el mayor aumento, de 530 millones de euros. Un balance al que ha contribuido su inversión en Endesa, donde tiene casi el 10%. Las opas lanzadas por Gas Natural y la alemana Eon sobre la eléctrica han disparado al valor en Bolsa.
De hecho, de los 1.400 millones de euros de plusvalías que tenía a finales de marzo Caja Madrid, 910 millones los aporta Endesa. Sólo el Santander supera el saldo de Caja Madrid, al apuntarse en el trimestre un aumento en plusvalías de 839 millones de euros. Esta cifra contrasta con el descenso registrado por el BBVA, cuyas plusvalías latentes disminuyeron en 191 millones de euros. En total, la entidad que preside Emilio Botín tiene unas plusvalías latentes en su cartera de 4.000 millones de euros, la misma cifra que atesora aún el BBVA.
La Caixa, la tercera entidad financiera en España y la que cuenta con una cartera industrial de mayor tamaño, ocupa el segundo lugar, con una subida del valor de sus participaciones de 521 millones de euros.
En el primer trimestre, un total de 18 cajas registraron un descenso en el volumen de plusvalías. Destacó la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), en la que esta partida bajó en 163 millones, y Caixa Catalunya, con una caída de 154 millones.
Además del BBVA, otra decena de bancos también cerraron marzo con retrocesos.
El cambio de estrategia de los 'grandes'
Los dos grandes bancos españoles han dado un giro estratégico en los últimos años en su orden de prioridades. Tanto el Banco Santander como el BBVA han optado por ir liquidando su cartera industrial, al considerar que en estos momentos ha dejado de ser un negocio estratégico. Pero el principal motivo de esta decisión ha sido utilizar los rendimientos obtenidos por las sucesivas ventas en la financiación de la compra de otras entidades financieras fuera de España.El más claro exponente de esta tendencia es el BBVA, cuyo presidente Francisco González ha reiterado que su intención es centrarse en el negocio puramente financiero.Con este objetivo, esta entidad se desprendió hace una semana de su participación histórica del 5,04% en Repsol para cerrar la adquisición de dos bancos en Estados Unidos, por lo que desembolsó un total de 2.092 millones de euros.Para hacer frente a esta operación, el BBVA también empleará los ingresos que le reportó su salida del italiano Banca Nazionale del Lavoro (BNL), donde contaba con un 14,7% del capital.Y lo mismo ocurrirá con el resto de su cartera industrial (Telefónica, Iberdrola, Iberia, Gamesa, entre otras participaciones) cuando se presente una buena oportunidad de compra en el sector financiero.El Santander es otro claro ejemplo de cómo las empresas participadas han perdido atractivo para la banca española. El pasado año, este banco vendió el 22% de Unión Fenosa y el 32% de Auna. Aún tiene pendiente la salida del capital de Cepsa y de Antena 3. En estas dos compañías, el Santander tiene un 28% y un 10%, respectivamente.