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Adriá Serra

'El plan textil permitirá estabilizar el empleo'

El año pasado se perdieron 19.500 empleos en el sector textil. Esta sangría se estabilizará con el plan de apoyo aprobado por el Gobierno. Se trata de una batería de medidas sociolaborales e industriales con un presupuesto de 810 millones de euros hasta 2008.

Después de más de año y medio de negociaciones todos los agentes sociales han apoyado el plan de apoyo textil finalmente aprobado por el Gobierno. Tiene vigencia hasta diciembre de 2008 y pretende impulsar la transformación definitiva del sector, con un presupuesto de 810 millones de euros en medidas de reinserción laboral, especialmente para trabajadores de más de 55 años. Los beneficiarios serán un colectivo de 150.000 trabajadores. El Ministerio de Trabajo destinará 140 millones y el resto los aportará el de Industria, con líneas de financiación del ICO, especiales para fomentar la innovación.

Al presidente del Consejo Intertextil, Adrià Serra, no le gusta hablar de 'crisis', prefiere el concepto 'transformación', un proceso que no acaba, especialmente desde la irrupción de China en la liberalización comercial del año pasado. Se perdieron 19.500 empleos en el último ejercicio, y la destrucción de puestos de trabajo sigue a un ritmo del 1% al mes. Serra espera que el Plan aprobado frene este goteo continuo.

'Los bancos y las cajas ya han hecho su criba en los últimos años negando créditos con empresas que incluso no han podido financiar su propio circulante'

'La participación de todas las comunidades autónomas es básica para coordinar y gestionar el plan aprobado'

El adelgazamiento del sector parece que no tiene fin. ¿Existe el riesgo de su práctica desaparición, como ha ocurrido en Alemania y Gran Bretaña?

Estaría contento si la pérdida mensual del 1% de los puestos de trabajo en el sector pudiera parar. Creo que el plan permitirá estabilizar el empleo. Incluso podría haber un repunte porque ha habido un cierto periodo de inhibición de toma de decisiones a la espera de lo que podría ser este plan. Tenemos que encontrar un punto de estabilización, para conformar un textil que será irreconocible, muy independiente de lo que pueden ser los ataques de la competencia basadas en costes salariales.

¿Y cuál es el aspecto más novedoso de este plan recién aprobado?

Podemos estar todos satisfechos de que las empresas puedan acudir a unos fondos. Pero algunas partidas quedarían desiertas, porque a la hora de formalizar los proyectos no existe un apoyo del sistema financiero, teniendo en cuenta que en el sector textil las empresas llegan demasiado exhaustas a pedir créditos. En los fondos ICO existe un mecanismo novedoso, que es la posibilidad de que el 70% del crédito puede venir avalado por las sociedades de garantía recíproca (SGR) existentes en cada comunidad autónoma. Pero es que además, el plan textil prevé el reaseguramiento por parte de la compañía estatal Cersa, dependiente del Ministerio de Industria, que cubriría un 67% de las cantidades avaladas por estas SGR. Este es un punto muy importante. No tenemos que olvidar que los fondos del ICO se llevan el paquete más importante, con un total de 450 millones, unos 50 millones para el año en curso, y otros 400 millones para 2007 y 2008.

Pero precisamente uno de los cometidos de las SGR es avalar.

Sí, pero no es suficiente. Sus criterios de riesgo son tan restrictivos como los de cualquier banco

¿Los bancos no han mejorado la confianza en el sector?

Las entidades financieras ya han hecho su criba, en muchos casos indiscriminada, porque ha habido políticas generales de abandono de inversiones en el sector textil.

¿Existe alguna sensibilidad mayor por parte de las cajas?

No. Tenemos que pensar que incluso se han dado situaciones de empresas que han visto frustrada su viabilidad por la imposibilidad de financiar su propio circulante.

¿Ha llegado a tiempo el plan aprobado?

Creo que sí. El gran reto de esta adaptación es, por un lado, la necesidad de reorientar las industrias hacia un nuevo modelo de negocio menos expuesto a las competencias que las liberalizaciones comerciales

Ahora falta la colaboración de las regiones, teniendo en cuenta que en el acuerdo textil anterior hubo algunas que no se adhirieron...

Efectivamente, hubo algunas que no entraron y otras que se adhirieron el último año. La colaboración de las comunidades es básica en temas de coordinación y en la medida que se pueden involucrar en la gestión del plan.

Deslocalización 'Hay que fabricar también en Turquía, Túnez y Marruecos'

Los procesos de deslocalización de empresas españolas ya se han asumido plenamente. Pero la patronal no siempre ha querido valorar estas estrategias.Adrià Serra asegura que el textil no es como la industria del automóvil, que suele acompañar a los grandes constructores en sus inversiones en Asia. 'Las empresas textiles no pueden hacer esto, por problemas de masa crítica y atomización, que tienen difícil solución', indica.Con todo, el máximo responsable del Consejo Intertextil destaca que 'determinada industria de confección sí debe aprovecharse de la proximidad de la zona euromediterránea, lo que quiere decir que hay que fabricar en Turquía, pasando por Túnez, hasta Marruecos e incluso algún país subsahariano'.La verdadera oportunidad del sector en España es conseguir un tamaño que sea competitivo y que pueda adaptarse eficientemente a las necesidades de respuesta del mercado.Adrià Serra indica que 'la distancia es ahora nuestro gran aliado, lo que nos permite reaccionar con suficiente tiempo para compensar las dificultades de previsión que existen en los 14.000 kilómetros que nos separan de China y los tres meses de anticipación que nos pide el sector'.Serra añade que el único gran inconveniente son los grandes volúmenes que viajan de estos países asiáticos. 'Pero con una adecuada estrategia de producción y una buena gestión de la logística y de los aspectos comerciales, se puede vencer el problema de las grandes producciones, siempre hablando del sector del vestir. En cambio, otros subsectores como el de fibras funcionan con otros parámetros más globalizados'.Por último, Serra introduce el elemento clave de la innovación, que se refleja especialmente en los tejidos técnicos, 'porque la tecnología contribuye a apartarnos de las importaciones a bajo precio'.

Flexibilidad. El contrato se podrá suspender nueve meses

El incremento de la flexibilidad laboral ha sido un caballo de batalla tradicional en el sector textil, que se caracteriza por las puntas de producción de temporada. Adrià Serra se muestra satisfecho por los logros incluidos en el plan textil.

El nivel de flexibilidad de los contratos del plan aprobado ha aumentado respecto a acuerdos anteriores. ¿Es suficiente?

Se acerca mucho a lo que la industria necesita. Ahora, la novedad es que se podrán hacer suspensiones de contratos durante tres meses, con la posibilidad de que se planteen en un año natural en dos veces, abarcando lo que serían dos campañas de temporada. Además, desde ahora hasta el 31 de diciembre de 2008 se podrá hacer un total de nueve meses de suspensión para cada uno de los trabajadores afectados. Esto supone una clara mejora, porque antes eran seis meses. Herramientas similares como éstas ya han tenido un considerable éxito en los dos años pasados.

Otro apartado del pacto es el paquete de medidas laborales, que permite la reinserción laboral de los empleados expulsados del sector...

Es especialmente importante el tratamiento de los trabajadores de mayor edad. Todo el mundo sabe que la plantilla del textil está envejecida y con un perfil de personas de difícil reinserción. Ahora está previsto un fondo social para acompañar estas personas hacia el sistema público de pensiones, a la edad de 61 años.Para las empresas que han hecho un esfuerzo y cuentan con un proyecto de futuro, también pueden rejuvenecer su plantilla con nuevas incorporaciones, al tener un incentivo, de forma que, a partir de los 55 años del trabajador, las empresas tendrán unas bonificaciones del orden del 50% del coste de la Seguridad Social.

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