Los matemáticos asaltan la banca
Los responsables de 'hedge funds' son la nueva estrella de Wall Street, con ingresos de hasta 1.200 millones
Eddie tiene 27 años y trabaja en un banco de inversión en Nueva York. Hace unas semanas, mientras compartía unas cervezas con unos amigos decía con cierto sarcasmo, 'yo, lo que quiero es trabajar en un hedge fund, quemarme durante unos años y estar forrado antes de los 40'.
En poco tiempo, los gestores de hedge funds han cimentado la reputación de ser 'gente rica trabajando para gente también rica'. Y si en los ochenta con lo que se triunfaba eran los bonos basura y los noventa encumbraron a analistas-inversores como Frank Quattrone o Henry Blodget, en los últimos años, los reyes del gran cheque son los gestores de estos fondos altamente apalancados muy poco regulados y con agresivas técnicas de inversión.
El último ranking de la revista Alpha de Institutional Investors sobre los gestores mejor pagados en 2005 pone cifra a esta reputación. La lista la encabeza James Simons, que se embolsó personalmente 1.500 millones de dólares (unos 1.200 millones de euros) por su labor al frente de la firma de inversión Renaissance Techonologies.
Simons es un matemático que recibió su primer doctorado cuando tenía 23 años. Fundó Renaissance en 1982, y allí emplea a científicos y matemáticos como él que desarrollan modelos para predecir cambios en los mercados. Su fondo Medallion, con activos de unos 5.000 millones de dólares (algo menos de 4.000 millones ed euros), ha tenido un rendimiento anual medio neto para sus inversores del 35% desde los noventa.
Simons, a quien también se le reconoce una importante labor filantrópica en favor de la investigación del autismo, no es el único que ha cruzado la barrera de los mil millones de dólares de ganancias personales. Una mareante barrera que, por cierto, estableció el año pasado el gestor Eddie Lampert.
Más allá de los mil millones también estuvieron las ganancias de T. Boone Pickens, de 78 años, un hombre de negocios que primero hizo fortuna con el petróleo y luego, en los ochenta, con compras de compañías infravaloradas. Pickens, ganó 1.400 millones de dólares por los rendimientos de sus dos hedge funds BP Capital Commodity Fund, (650%) y BP Capital Energy Equity Fund, (89%)
Lampert, que además de su fondo ESL investments está al frente de las cadenas de distribución Kmart y Sears, se quedó el año pasado algo alejado de la psicológica marca que alcanzó en 2004. Sólo ganó 425 millones y tuvo que conformarse con el sexto lugar. George Soros, con 840 millones, fue el tercero más favorecido por los mercados y Steven Cohen con 550 el cuarto. Paul Tudor Jones II, con 50 millones menos, fue el quinto en este ranking de los 25 gestores con mejores rendimientos personales, una lista que en 2005 tenía a 26 personas debido a un empate.
La media de lo que amasaron los miembros de tan envidiable lista es 363 millones de dólares, un 45% más que en 2004, y el mínimo para entrar en ella ya no son los 30 millones de 2000 y 2001, sino 130 que son los que ganó William F. Browder director del Hermitage Capital Management, quien se cuela por primera vez entre los elegidos gracias a un rendimiento anual de su fondo del 81,5%.
Browder, de 42 años, es el mayor inversor extranjero en la Bolsa de Rusia -país que le revocó el visado de entrada- y, paradójicamente, también es el nieto de Earl Browder, uno de los líderes del partido comunista de EE UU.
Rentabilidades inciertas
Curiosamente, no todos los elegidos de esta lista han recompensado a sus clientes con elevados rendimientos, algo que se presume en estos fondos de alto riesgo. Seis de los gestores de la lista Alpha no llegaron a ofrecer rentabilidades que se midan en porcentajes de dos dígitos. La clave de los rendimientos personales no sólo está en que estos gestores inviertan su propio dinero y participen de la bonanza de la inversión, sino que además cobran unas fuertes sumas en forma de comisiones. La media es un 2% de comisión de gestión más otro 20% de las ganancias. Simons hace valer su fiabilidad e historial y cobra más, hasta un 5% por gestión y un 44% de los beneficios, según Michael Peltz, director de la revista. Otros como Cohen recogen el mismo porcentaje sobre beneficios con una comisión de gestión del 1% al 3%.
A todo ello se suma el hecho de que sus activos no hacen más que crecer y, con ello las comisiones suman solas. Se calcula que los activos que manejan estos fondos suman 1,3 billones de dólares. Aunque la rentabilidad de los 8.000 hedge funds que se calcula existen en el mercado no sea en los últimos años todo lo atractiva que fue en el pasado y la media de los inversores ganara en 2005 menos de un 9,3% según Hedge Fund Research, el dinero sigue fluyendo.
En hedge funds ya no sólo invierten los millonarios con más de 1 millón de dólares sino también los fondos de pensiones. Y las Universidades de EE UU que quieren emular los rendimientos de Harvard y Yale con estas estrategias. Pickens, el número dos de la lista, donó a una Unversidad, la de Oklahoma, 165 millones de de dólares a finales de diciembre. Un dinero que fue casi automáticamente invertido en su fondo, BP Capital Management.