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Tribuna
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Gas natural, la alternativa al petróleo

Todo el mundo habla de la subida del precio del petróleo, pero lo cierto es que aumenta el atractivo del gas natural para los inversores, como alternativa a la industria del crudo. Algunos países emergentes, como China o India, están experimentando una demanda creciente de energía y centran su atención, cada vez más, en el gas natural. Según las estimaciones oficiales, la demanda china se duplicará en los próximos cinco años, lo que podría suponer un avance también del precio del gas.

Por otra parte, el alto precio del petróleo está incentivando la búsqueda de fuentes de energía alternativas por parte de Canadá, donde la producción doméstica de arena asfáltica ha ganado en importancia y requiere el uso del gas natural.

En Europa, todo apunta a un crecimiento de la demanda de gas natural licuado, ya que tiene la ventaja de que puede ser transportado con mayor facilidad en barco. De tal manera, el Reino Unido y España, por ejemplo, están intentando reducir su dependencia del suministro de petróleo ruso y evitar el alto coste que supone la construcción de nuevos oleoductos. En los últimos cuatro años, el precio ha subido de 3 a 7 dólares y podría seguir avanzando hasta alcanzar los 15 dólares en otoño, sin perjuicio de las influencias estacionarias.

Por su parte, las empresas de exploración y producción han reaccionado lentamente ante la creciente demanda de gas natural, viéndose ahora los efectos negativos de la falta de inversiones en equipamiento adicional necesario para el suministro de petróleo. Además, la tensión mundial generada por el conflicto nuclear con Irán podría provocar una mayor reducción del volumen de los suministros, ya que, además de ser el segundo mayor productor de petróleo de la OPEP, Irán cuenta también con la tercera mayor reserva mundial de gas natural.

Por otro lado, también la política rusa en materia de petróleo y gas ha provocado preguntas acerca de su disponibilidad a largo plazo y la adecuación de su oferta. Es importante no subestimar la pérdida de producción provocada por las adversas condiciones meteorológicas. Si se mantienen las altas temperaturas en verano y el sol calienta el golfo de México más de lo habitual, podrían producirse nuevos huracanes y el déficit en la producción de las plataformas de crudo podría obligar a las empresas de servicios públicos a recurrir al gas natural.

Todos los factores mencionados avalan un posible repunte del precio en la segunda mitad de 2006, lo cual lo convierte en un interesante sector para invertir.

Si se mantiene el alto precio del petróleo y el gas, la energía solar y el biodiésel podrían captar el interés de los inversores, y una mayor demanda podría suponer un avance del precio de las acciones de las compañías que ofrecen energía solar y eólica. Actualmente, se trata de valores subestimados porque todavía no se ha contabilizado su potencial para generar beneficios en el futuro.

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